Como parte de la serie que hemos venido presentando desde que inició su gestión, les presento la última encuesta que levantamos en el BEAP sobre la apreciación de los poblanos con respecto al gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Es lo que perciben los ciudadanos de este Municipio para el cierre del mes de abril.
Y lo que podemos apreciar es claro: La administración calderonista se muestra en un impass de cierta incertidumbre ante los ciudadanos. En otras palabras, no baja mucho, pero tampoco sube ya en calificaciones y aprobación social. Bien podría decirse que la presidencia de Calderón provoca reacciones que se contraponen. Es decir, por cada acierto, hay también toda una problemática negativa.
Calderón no ha hecho tan mal las cosas, pero también le ha tocado gobernar en un entorno muy complicado y que se sigue enrareciendo conforme pasan los meses, y eso hace que la gente no termine de darle muy buenas notas.
Entre los aspectos positivos de su administración se encuentra indudablemente el combate frontal que ha desplegado contra el crimen organizado. Es claro que la lucha contra el narcotráfico ha sido una de sus prinicipales preocupaciones desde que arribó al poder. Pero el problema es que eso ha traido también una ola de violencia e inseguridad en todo el país, de la que ni Puebla ya se salva. Y la inclusión emergente del ejército en este rubro (en las calles, pues) no ha dejado muy buen sabor de boca, pues su ineficacia resulta a todas luces evidente.
Calderón también se encuentra entrampado en un entorno económico muy adverso. Sus promesas de campaña fueron mejorrar la economía y dar empleos. Pero no ha podido cumplir ni una ni otra cosa. La carestía ya resulta incontrolable por más que las autoridades de Hacienda la quieran ocultar o disfrazar con cifras manipuladas (en el BEAP hemos hecho estudios periódicos comparativos de precios y hay un buen número de productos básicos que han registrado aumentos de más de 100 % en menos de un año). Y la crisis de liquidez de muchas empresas (provocada por muchos factores, entre otros la desaceleración o franca recesión que está teniendo la economía norteamericana) poco a poco sigue provocando desempleo.
El círculo vicioso se cierra con el aumento lógico de la delincuencia.
Y aún con todo, como vemos, la gente no mira tan mal a Calderón. Desde luego, ya no son las altas calificaciones y expectativas que generaba al principio de su administración. Pero al menos no ha seguido bajando, pues.
Al Presidente también le ha ayudado en algo el que los otros partidos no han sabido tampoco ganar o recobrar la confianza de la gente. El PRD está totalmente desprestigiado y en Puebla prácticamente no existe como oferta política viable. Y el PRI, aunque a nivel nacional en general ha recobrado fuerza, en Puebla no termina tampoco de ser el partido con más prestigio.
Conclusión: Efectivamente, Calderón no es un Presidente ni con mucho carisma ni con mucha eficiencia, pero tampoco es totalmente incapaz. De ahí que la gente esté en la paradoja de ver el vaso medio vacío o medio lleno, dependiendo su nivel de cultura política (que en la gran mayoría de los casos es escasa).
Así pues, las calificaciones que usted puede observar en las gráficas reflejan en mucho lo dicho hasta aquí. Quién sabe qué pueda pasar en próximos meses. La carestía va en aumento (los aumentos en productos de la canasta básica ya están provocando una irritación social todavía poco valorada) . La inseguridad está descontrolada. Y los partidos políticos en general tampoco gozan de gran prestigio popular. ¿Resultado? Una sociedad entre la incertidumbre y el hartazgo por la política y los políticos.
Y todo eso también se refleja en las preferencias electorales tan cambiantes que estamos viendo en muchos sitios, Puebla incluido.
Usted ¿cómo la ve?
¿Aprueba o desaprueba a Calderón?