Ahora que el Puebla se ha salvado.
Ahora que está garantizado, por lo menos un año más el fútbol de primera división en la entidad, surgen nuevamente los rumores sobre la inminente venta del equipo.
Se cacarea a los cuatro vientos que un grupo de empresarios estaría por hacer una nueva oferta a los Bernat, socios mayoritarios de La Franja para comprar sus acciones, o ya de perdida “aflojar a la chiquillada a billetazos”.
También se dice que detrás de estos empresarios estaría el mismísimo gobierno del estado de Puebla.
Chelís sabe de sobra lo que significa el lucrar políticamente con el fútbol y, consciente de que su permanencia en el equipo depende en buena medida de que no se altere la composición accionaria actual, en entrevista con el semanario Proceso fija su postura y declara contundente: “Fuera los gobernadores del fútbol”.
Según Sánchez Solá “Un equipo de futbol siempre es una tentación. Es la chica guapa de la fiesta. Todo mundo quiere bailar con ella. Y con el Veracruz decidieron demasiado los gobiernos. Si los dueños de los equipos no saben de futbol, ahora imagínate los políticos”.
Y remata en su particular estilo: “Es mejor que se preocupen por realizar una carretera bien hecha y no por lograr que un equipo haga treinta y tantos puntos en un par de torneos. Eso hay que decírselo a todos los gobernadores de los estados, que hacen de una victoria futbolera algo trascendente en su sexenio.”
¡Zás!
Y va más allá: “Hay que gastar el dinero en otras cosas que tengan mayor repercusión para un estado, porque los gobiernos la riegan cada vez que se meten a dirigir un equipo de futbol”.
Para reforzar sus puntos de vista, Chelís pone como ejemplo, de manera casi obsesiva lo que sucedió con el Veracruz: “Había allí 19 buitres sobrevolando. Todos los que yo conocí, que trabajaban alrededor del gobernador de Veracruz (Fidel Herrera), eran puro hampón del futbol”.
“Ahora van a aparecer muchas cosas, porque las cuentas en Veracruz son un desmadre. Esto trae cola. Por fortuna las cámaras están muy metidas en las erogaciones. La historia demuestra que los equipos de futbol no deben ser administrados por los gobiernos de los estados, porque es imposible que sepan de carreteras, ingeniería, salud, campo, y además de futbol”.
Curiosamente, las declaraciones de quien sin duda es la figura más carismática entre la afición poblana se dan tan sólo una semana después de que el propio gobernador Mario Marín asegurara a la prensa que la salvación del equipo se había dado gracias a las omisiones y fallas del Veracruz y no tanto por méritos propios de La Franja.
Además, el mandatario nuevamente dejó entrever que los tiempos de la familia Bernat al frente de la onceava poblana habían ya terminado y que lo mejor par ellos era vender el equipo.
¿Coincidencia?
Difícil.
¿Son las declaraciones de Chelís a Proceso la respuesta de Paco Bernat a las críticas veladas del gobernador?
Que no le quepa la menor duda.
Por cierto, una nueva amenaza flotó en el ambiente a tan sólo unas horas del partido del domingo: “No me presionen, no me amenacen o saco el equipo de Puebla. Calos Hank me ofrece ya 15 millones de dólares para llevárselo a Tijuana”.
¿Será?
ECOS DE LA ELIMINACIÓN
Había terminado ya la rueda de prensa tradicional.
El ambiente no podía ser peor: tristeza, frustración, pesimismo y ese sabor amargo de la derrota que, en momentos como el domingo, no se quita con nada.
No para un pequeño con Síndrome de Down.
Acompañado por sus padres esperó al pie del cañón motivado por la ilusión de conseguir la firma de su ídolo en su camiseta.
Para él, victoria o derrota era lo de menos si podía cumplir el sueño de conocer en persona a Chelís.
El técnico salió, el niño se ilusionó pero la firma jamás la consiguió.
“Bueno, ya, yo no soy el hada de la caridad” fue lo único que se alcanzó a escuchar.
Ni hablar, otro lamentable exabrupto.
Ya ve usted lo que pueden ocasionar dos goles en cuatro minutos.
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