Los operativos federales para combatir el contrabando, principalmente de ropa, calzado, videogramas y fonogramas, sólo son la punta del iceberg y que casi nada resuelven el problema.
En la madrugada de ayer martes se registró un operativo federal en el ancestral tianguis de San Martín Texmelucan, donde fueron decomisadas cerca de 60 toneladas de ropa (la mayoría usada) y calzado de origen estadounidense, con un valor superior a los 6 millones de pesos
Por supuesto que el día fue clave para el operativo, todos los martes es “día de tianguis”. Un mercado que data desde tiempos de la Colonia, que además tiene la particularidad de hacer algunas operaciones de “trueque” (un producto por otro).
Al tianguis de San Martín acuden todo tipo de comerciantes, desde los que venden tortillas hechas a mano hasta los que venden ganado o vehículos, pasando por los de ropa, calzado, CD y videos.
Y fue sobre esta última mercancía donde se centró el operativo de los 900 miembros de la SIEDO, del SAT y de la Secretaría de Finanzas del Estado.
En una sola acción desmantelaron 60 locales que estaban listos para la venta. En una sola acción incautaron cuatro veces más de lo decomisado durante todo 2007 en el estado de Puebla.
Como ya es común en este tipo de acciones, ninguna persona fue detenida o identificada plenamente como propietaria de la mercancía y/o responsable de haber introducido al país ilegalmente dicha mercancía.
Si bien con ello se evita que cierta cantidad de productos ilegales sean comercializados en territorio nacional, la medida poco o nada desincentiva a los vendedores a reanudar sus actividades.
Algunos de esos vendedores van de tianguis en tianguis, de ciudad en ciudad ofreciendo la mercancía de procedencia ilegal, tienen proveedores. Si bien tuvieron una pérdida económica por el decomiso de los artículos, en menos de una semana estarán buscando abastecerse para continuar con su actividad.
Definitivamente estas operaciones no tienen gran impacto para abatir el contrabando. La mercancía por algún lado del país entró, ya sea contrabando hormiga o en cantidades realmente detectables.
Corrupción y/o deficiente capacitación del personal que está en las aduanas, en los pasos fronterizos es lo que facilita la entrada de todos esos productos.
Lo decomisado en San Martín no fue ropa “pirata”, es decir que pudo haber sido fabricada aquí en México y se le colocó la etiqueta de una reconocida marca, sino que era ropa usada de origen extranjero y que era vendida como nueva, según el reporte de las propias autoridades.
En ocasiones, en los periódicos es posible detectar anuncios donde se ofrece la compra/venta de pacas de ropa, que han sido introducidas a territorio nacional de forma irregular.
Por lo pronto, las dependencias federales y las estatales ya pueden anexar a su reporte de actividades el decomiso de 60 toneladas de ropa usada. Y ojalá que sean destruidas de inmediato no sea que…
Y nada más como referencia en el informe de la Secretaría de Finanzas del estado sobre lo realizado en 2007 del Programa Estatal de Verificación de Vehículos y Mercancías de Origen y Procedencia Extranjera, se indica que se realizaron 122 operativos en distintos municipios, evitando la comercialización de 332 mil 31 artículos varios, 16.3 toneladas de hilo y ropa de vestir usada y embargando 49 vehículos; el valor en aduana ascendió a 5 millones 267 mil pesos.
Algo más tendrán que hacer las autoridades federales para atacar este problema que, por supuesto, existe a nivel nacional.
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