A casi una semana que el gobernador Rafael Moreno Valle se comprometió a bachear las rutas de evacuación del volcán Popocatépetl, al menos las que conducen a San Pedro Benito Juárez siguen igual.
Además la población vive incertidumbre, no saben cuál es el estado que guarda el volcán pues no hay una base de operaciones permanente por parte del gobierno y los enviados de Protección Civil estatal sólo hacen guardias por la mañana.
Esto ocasiona que por las noches y madrugadas, -que es cuando se ha registrado mayor actividad volcánica-, los pobladores se congreguen en la plaza del pueblo esperando la llegada de autobuses para evacuar.
En un recorrido realizado por Status nos percatamos de la presencia de elementos de la Policía Estatal, de las secretarias de Educación Pública y de Salud quienes realizan una reunión a la una y a las cinco de la tarde, posteriormente se retiran y solo se quedan un par de patrullas.
Un pueblo olvidado.
San Pedro Benito Juárez o San Pedro Coaco, es una población ubicada a ocho kilómetros del volcán en donde habitan 3 mil 153 habitantes, en su mayoría indígenas que aun hablan náhuatl. Se encuentra a 30 minutos de la cabecera municipal de Atlixco.
Desde ese punto se puede observar como el material incandescente que ha arrojado el volcán, se ha comido la vegetación. La población carece de energía eléctrica en las calles y en la mayoría de viviendas, convirtiéndose por las noches prácticamente en un pueblo fantasma.
El agua potable y el drenaje aún no llegan, pues la obra que arrancó el gobernador Rafael Moreno Valle en agosto del 2010, fue suspendida a principios de este año sin explicación alguna.
El servicio de transporte público -que conduce a Atlixco- circula por las rutas de evacuación, lo que ha deteriorado el pavimento de la calle principal en donde se observan baches. Los demás son caminos de tierra y piedras, incluido un tramo que une a la carretera con la población.
Pedro dice que eso atrasaría la evacuación, y que el pasado 18 de abril que acudió el gobernador se comprometió a bachear la vialidad y a pavimentar esa calle de terracería.
“Para una evacuación se necesita que la calle este pareja. El gobernador ya vio como está la carretera el martes y dijo que iba a mandar gente para trabajar en el bacheo pero vemos que no. Ya pasaron varios días y el volcán ve como ha estado, anoche estábamos, ¿Qué nos vamos o no nos vamos?”, contó.
Ni autoridades, ni medios de comunicación.
El alcalde de Atlixco, Ricardo Camacho, se apareció en la junta auxiliar hasta el 21 de abril, debido a que se encontraba en Alemania donde asistió al curso “Política Municipal para Alcaldes de América Latina”.
El edil auxiliar Gabino Santibañez, contó que la primera petición que recibió Camacho fue la de apoyo en víveres para “poder seguir alimentado a los enviados del gobierno del estado y a los policías estatales”.
Otra petición fue un par de radio comunicadores para tener contacto con alguno de sus regidores y con el gobierno municipal y estatal en caso de una evacuación, ya que la señal de telefonía celular es débil en esa región.
En cuanto al gobierno del estado, se trata de funcionarios menores los que enviaron a la población, quienes sin percatarse de la presencia de este medio de comunicación, fueron escuchados ponerse de acuerdo para quedarse con algunas despensas que llegarían en supuesto apoyo al comedor instalado por la población para ellos mismos.
Los medios de comunicación tanto locales, como nacionales e internacionales, se han concentrado en Santiago Xalitzintla y San Nicolás de Los Ranchos, en donde han instalado hasta campamentos para aguardar una explosión volcánica, cuando San Pedro Benito Juárez está más cerca del volcán que las otras dos poblaciones.
Mujeres y niños lloran cuando el volcán ruge.
El pasado viernes 21 de abril la población de San Pedro Benito Juárez se congregó en la plaza central, en espera que llegaran los autobuses para evacuarlos. Entre gritos y llantos de mujeres y niños, las autoridades auxiliares los llamaron a esperar la orden del gobernador.
De acuerdo al reporte del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) entre la noche del viernes y la madrugada del sábado 22 de abril, se produjeron “seis exhalaciones de baja intensidad” y “tremores espasmódicos”.
Para la gente los ruidos que hace el volcán son “como el paso del ferrocarril”, “como una olla hirviendo a punto de reventar” “como el rugir de un animal”. Llevan más de una semana de desvelos porque no pueden dormir por los estruendos o para estar pendientes si ya los van a evacuar.
Martha es esposa de un regidor y asegura que ya están listos para evacuar la población, y que no sabe que decirles a las señoras del pueblo que la buscan para preguntarle ¿Cuándo nos van a llevar- a evacuar-?
“Es un ruido muy tremendo. Sacaba lava o lumbre o quien sabe que es. La verdad si nos asustamos. Ahora ya está el ruido más fuerte que en 1999 y esa ocasión si nos llevaron a los albergues (…) Anoche la gente se acercó a la presidencia, estaban en la calle hasta gritando, otros llorando, pero mientras nuestro gobernador no nos lleva a una evacuación, pues que podemos hacer. Estamos aquí resistiendo”, dijo.
Los más viejos dicen que el volcán está bien y que no se irán a los albergues porque ahí no se come bien “Allá –en los albergues- siempre la comida, a unos les dan a otros no.- Mejor me quedo en mi casa, ahí sí como bien”, dijo Antonia.
En tanto Genaro, quien se apoya de un bastón dijo: “Yo no me voy si no veo más lumbre. Apenitas si escupe tantito ahora”.
La noche cae, la gente apresura el paso para entrar a sus casas y estar listos para cuando suenen las campanas de la iglesia indicando que hay que irse ya.