“Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. Pitágoras.
Responsable del Programa de la Mujer y la Niñez. de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla
Si usted es padre o madre, ¿en qué clase de persona quiere que se convierta su hijo o hija? por supuesto que su respuesta será “en un adulto responsable con buenos valores morales”, “En alguien considerado con los demás, adaptable y optimista”, pero ¿Qué estamos haciendo para formar adultos con buenos valores morales y principios?; ¡delegando la responsabilidad de educar a niños y niñas a Instituciones Publicas o Privadas!, por considerar que de esa forma los estamos “ educando”, si bien es cierto, la educación es un tema fundamental que abarca un pilar esencial en la vida de los niños y las niñas y por ello la educación formal esta garantizada y establecida a nivel Internacional y Nacional en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Pactos Internacionales, la Convención de los Derechos del Niño y otros tratados y declaraciones, así como el articulo 3º de nuestra Carta Magna, también lo es que la educación no sólo se produce a través de la palabra en las aulas, la educación está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes y se comparte entre las personas por medio de nuestras ideas, cultura, conocimientos, etc., en consecuencia la educación y el aprendizaje es permanente y no es solo responsabilidad de los docentes, es una responsabilidad principalmente de los padres y madres de familia, como primeros educadores quienes son los primeros transmisores de los valores éticos, morales y actitudinales, luego complementada, sistemáticamente por los docentes, es por ello que padres y madres de familia tienen la responsabilidad de formar a ciudadanos sanos, sensatos, de buenos sentimientos, con principios y valores, porque a través de sus acciones y actitudes diarias están educando permanentemente a los futuros ciudadanos y ciudadanas, porque es a través de la educación que las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo, por lo tanto, Siendo la escuela y la familia los dos ámbitos esenciales responsables de la educación de los niños y jóvenes es fundamental restablecer los lazos y la cooperación mutua necesaria para el logro de una educación integral de calidad en el desarrollo de los niños y las niñas, y no perdamos de vista que la educación de los niños y las niñas es responsabilidad de todos, contruyamos una sociedad mejor y recordemos a Pitágoras que en una cita refleja con una sutil sabiduría la necesidad de educar adecuadamente a los niños para mejorar la sociedad.