La primera fue al shopping, compró ropas, joyas, fue al salón de belleza, etc.
Volvió y le dijo al hombre: – gasté todo tu dinero así, para estar más bonita para ti, para gustarte más. Lo hice porque te amo.
La segunda fue al mismo shopping y compró ropas para él, un CD player, una televisión de pantalla plana, zapatillas de básquet, palos de golf.
Volvió y le dijo: – Gasté todo tu dinero en regalos para ti así te hago más feliz. Lo hice porque te amo.
La tercera tomó el dinero y lo invirtió en la bolsa.
En tres días triplicó lo invertido, regresó y le devolvió los 5 mil que el hombre le había dado y le dijo:
– Invertí tu dinero y gané el mío. Ahora puedo hacer lo que quiero con mi propio dinero. Lo hice porque te amo.
Entonces, el hombre pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, (los hombres se demoran mucho pensando…),
pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó, pensó:
¡Y eligió a la que tenía el trasero más grande!
¡Los hombres son todos iguales!