Por Jesús Manuel Hernández
Varias propuestas han surgido en los últimos meses entre grupos de la sociedad poblana con miras a montar, o montarse, en el V Centenario de la fundación de la Puebla de los Ángeles, un hecho sin duda histórico en el contexto de la Nueva España, del Virreinato y por supuesto parte sine qua non para entender el proyecto urbanístico renacentista, un asunto para especialistas sin duda.
Adán Domínguez, ex presidente municipal de Puebla, convocó antes de su partida a formar el “Primer Consejo de Asesores Honorarios”, un colectivo al estilo de las tamaleras del siglo pasado, había de dulce, de chile y de manteca, cronistas, funcionarios, simpatizantes del PAN y alguno que otro trepador.
Pero el “Consejo” no volvió a sesionar, no tuvo continuidad. Simplemente porque la llegada de otro partido, MORENA, impuso su estilo con una nueva administración que se ha limitado también a organizar a través del IMACP una serie de eventos, cuya planeación por ley no puede pasar del 2027.
El Gobierno del Estado de Puebla no ha dado visos, por lo menos en los últimos 10 años, de tener interés o planes de participar en los eventos conmemorativos, quizá por cuestiones de logística. El actual gobierno terminará en 2030, un año antes de la conmemoración.
Varias agrupaciones sociales y activistas o no han declarado su interés por participar o más bien, quieren ser tomados en cuenta en la organización.
Un evento del V Centenario de la fundación de la ciudad no puede organizarse de la noche a la mañana, requiere planeación, participación de expertos, no necesariamente de políticos, de historiadores, no necesariamente de cronistas de la ciudad, de mentes e inteligencias preparadas en lo que Puebla de los Ángeles ha significado para México, para la arquitectura, para la religión, para el urbanismo renacentista, para el virreinato, para la gastronomía y la vida conventual, para la industria de cárnicos, harinera, textil y no solo automotriz.
Da la impresión de que las autoridades municipales, verdaderas responsables de poner énfasis en el tema, no ven con buenos ojos desgastarse, invertir tiempo y dinero en un tema que no les tocará festejar. La administración imparable terminará en el 27 y por lo visto difícilmente lograría la reelección, por tanto, quizá no le vea el interés de ocuparse del tema.
Hace 25 años un querido amigo, ya fallecido, me regaló algunos textos sobre la fundación de Puebla, su especialidad era la historia.
El primer texto es el análisis de la “Primera Merced. Carta genésica de la Puebla” y está firmado por la Reina Gobernadora el 18 de enero de 1531 en Ocaña.
Se trata de un testimonio en que la autoridad real solicita a la Audiencia trabaje por la fundación de una nueva puebla de cristianos españoles, es el proto-testimonio de su fundación y recomienda que la fundación se haga en el “más conveniente y aparejado lugar”, diferente a la provincia de Tlaxcala.
Destaca en el escrito mi amigo la personalidad de fray Julián de Garcés, quien insiste en que su sede obispal no se radice una ciudad antigua y poblada de naturales, Tlaxcala, sino en una nueva ciudad episcopal, donde pudiese sin trabas ser “pastor de los vecinos españoles”.
La génesis urbana de América, la ensoñación de las ficciones doctrinarias del Renacimiento con la Utopía de Tomás Moro abrieron el paradigma de la fundación de Puebla, para ser habitada por los europeos.
La investigación y las interpretaciones de los textos originales se deben al querido Ramón Sánchez Flores, quien dedicó buena parte de su vida a la historia de la tecnología en México y a la historia de Puebla.
Personajes como Ramón Sánchez, debían ser considerados para integrar ese comité que trascienda la vida administrativa de los ayuntamientos y abra el espacio para los 500 años que curiosamente coinciden con los de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
Y es que por el momento, para el V Centenario de Puebla no hay ni orquesta, ni director.
O por lo menos, así me lo parece.
