Por Alejandro Mondragón
En los círculos financieros, se preguntan las razones por las cuales en ese acuerdo compromiso, entre los grupos México y Proyecta, sigue sin estamparse la firma final.
El compromiso de Germán Larrea fue capitalizar con 5 mil millones de pesos a Grupo Proyecta de la familia Posada Cueto para controlar el 60 por ciento del negocio inmobiliario.
Sin embargo, existe una enorme cantidad de conflictos de tierra, despojo y demandas legales que han ido retrasando lo acordado.
A los problemas en Lomas de Angelópolis habrá que sumar ahora al proyecto Soluna en Mérida, Yucatán.
Sería la mejor comunidad planeada con la mayor plusvalía inmobiliaria. El clúster lleva un retraso de más de un año, a pesar que los inversionistas y propietarios pagaron los lotes ofrecidos.
El malestar también en Mérida, como en Puebla, es mayúsculo que han presentado denuncias por fraude, debido a que ya concluyeron mejor otro clúster que el primero que prometieron.
Se teme que después los Posada y Larrea pretendan despojarlos de sus lotes, quedarse con el dinero, tal y como sucedió en el desarrollo habitacional de Lomas de Angelópolis.
Lomas de Ángelopolis trajo riqueza a los Posada Coeto y dejó en la miseria a comunidades enteras de campesinos que vivieron una era de terror territorial.
Los gobiernos en Puebla solaparon su expansión, a pesar de que no había sido incluido ese desarrollo inmobiliario en el plan de crecimiento Atlixcáyotl-Quetzacóatl.
La influencia política de los socios: Rafael y Gabriel Posada Cueto; Miguel Quirós (q.e.p.d) y Pedro Aspe permitieron beneficios de las obras de infraestructura y los accesos sobre todo del Periférico.