Por Valentín Varillas
Ante la incertidumbre que se ha desatado en el tema de los aranceles norteamericanos y sus alcances en la economía mexicana, es evidente que las remesas surgen como una auténtica prioridad.
El año pasado, entraron al país cerca de 65 mil millones de dólares por este concepto.
Aumentaron un 2.3% con respecto al 2023, volvieron a alcanzar un máximo histórico y acumulan ya 11 años consecutivos de crecimiento.
Según Banco de México, en el 2024 se llevaron a cabo 134.7 millones de transacciones para el envío de remesas.
El 99.1% llegaron a través de transferencias electrónicas.
Estados Unidos fue el país de origen del 96.6% del total de los dólares que se enviaron del extranjero, siendo Texas y California los estados en donde se concentra el 47% de los envíos.
En enero de este 2025, México captó 4 mil 660 mdd por remesas, un 2% más que el mismo mes del año anterior.
Desde el 2014, los dólares que mandan nuestros paisanos que trabajan en los Estados Unidos pasaron de ser el sustento de sus comunidades de origen, a uno de los pilares indiscutibles de la economía nacional.
Este ingreso de divisas representa ya el 3.6% del Producto Interno Bruto Nacional y en estados como Michoacán, Guanajuato o Jalisco, su monto equivale a más del 10% de su PIB.
Analistas aseguran que, ante el aumento masivo de deportaciones de connacionales al país, las remesas pudieran disminuir hasta en un 10% del total.
Sin embargo, escalar la guerra arancelaria a través de la implementación de cuotas y tarifas compensatorias puede ser demoledor para el país.
Más allá de nacionalismos y soberanías, Estados Unidos representa el 80% de todo lo que desde aquí se exporta .
Este simple indicador nos muestra realidades muy distintas y niveles de dependencia económica que no tienen punto de comparación.
No podemos pelear con las mismas armas, aunque esto jamás se reconozca en el discurso público.
El “tú por tú” podría tener como consecuencia extrema el que todos los envíos de dinero de Estados Unidos a México sean sujetos a la aplicación de un impuesto adicional.
Pareciera que hoy en día, este escenario está muy lejos de concretarse, pero así de lejos vimos en algún momento la victoria de Trump y las represalias que han puesto de cabeza a la economía mundial.
