Un aerogenerador de fabricación casera que aprovecha la fuerza del viento para producir energía eléctrica, diseñado por investigadores del Instituto de Física Luis Rivera Terrazas y de la Facultad de Ingeniería será producido por estudiantes de bachillerato del Centro Comunitario del Sur Manuel Bartlett Díaz (CEC-SUR), con la finalidad de hacer llegar la tecnología a comunidades de escasos recursos.
El objetivo del proyecto es instruir a los alumnos del plantel en la construcción del aparato con el propósito de probarlo en sus casas y comprobar su eficacia. Una vez terminada la etapa de pruebas, la idea es transferir la tecnología a las poblaciones marginadas y hacer llegar electricidad a las familias que carecen del servicio.
El aerogenerador fue presentado en octubre de 2007 en el Foro de los Megaproyectos de Ahorro de Energía y Energías Alternas que organizó la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado (VIEP) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla por su creador el Doctor Nicolás Grijalva y Ortiz, docente de la Facultad de Ingeniería y Profesor Emérito de la UNAM.
El secretario académico del Instituto de Física, Juan Francisco Rivas Silva dio a conocer que el proyecto fue seleccionado por la VIEP para obtener apoyo financiero. Fue así como al inicio del año, se emprendió la fabricación del prototipo para capacitar a 10 estudiantes de bachillerato del CEC-SUR, plantel del cual Grijalva y Ortiz se desempeña como docente.
“Nuestro objetivo es instruir a los alumnos paso a paso en la construcción del aerogenerador. Posteriormente, llevarán los aparatos a sus casas para realizar pruebas y reportes sobre su operación. Además, se evaluarán diferentes variables cómo la cantidad de viento que lo hizo funcionar, el tiempo requerido para cargar la batería, qué cantidad de energía eléctrica produce, si es suficiente o no, entre otros aspectos”. El proceso nos tomará entre cinco o seis meses”, detalló.
Esa información servirá para perfeccionarlo y elaborar la cartilla de funcionamiento, la cual precisó Rivas Silva, servirá para producir el manual de operación que todo aparato debe tener, a fin de que el usuario pueda operarlo adecuadamente y aproveche al máximo su potencial.
En una segunda etapa, el plan es perfeccionar el aerogenerador con la idea de ampliar su capacidad en la producción de energía eléctrica y agregó: “Más adelante, pretendemos fundar un taller permanente en el bachillerato del centro escolar para enseñar a los jóvenes a fabricar su propio aerogenerador de modo que lo aprovechen en sus hogares”.
En el largo plazo, adelantó el Secretario Académico del Instituto de Física, se pretende lograr la participación de inversionistas para producir el aparato en serie.
“Se acercaron a nosotros los directivos de una constructora que tiene la idea de ofrecer sus casas con un plus, que sería el aerogenerador. Hay que recordar que en Inglaterra ya se venden viviendas autosuficientes con generadores eólicos, celdas solares y fotovoltáicas, lo que permite independencia energética y la generación de energías limpias”, puntualizó.
EL AEROGENERADOR
El prototipo de construcción casera, cuyo costo de elaboración fluctúa entre los 5 mil y 6 mil pesos es capaz de aprovechar el viento y generar energía eléctrica para alimentar un par de focos ahorradores y una computadora.
El aparato está integrado por una hélice, un generador, una batería que almacena la energía y un inversor al cual puede conectarse cualquier aparato eléctrico.
Grijalva y Ortiz, también fundador del Centro de Investigaciones Científicas y de Educación Superior de Ensenada, Baja California, explicó que el aerogenerador tiene la capacidad de capturar la energía eólica, almacenarla y trasladarla al inversor para alimentar con suficiente corriente dos focos ahorradores, una computadora o un televisor.
Explicó que la energía obtenida del viento se convierte en corriente directa, pero el uso doméstico demanda corriente alterna, por lo que la función del inversor es convertir la corriente directa en alterna para hacer funcionar los aparatos eléctricos.
El Científico abundó que con una velocidad del viento de cuatro metros por segundo, el aerogenerador puede producir 60 watts de energía eléctrica. No obstante, el aparato tiene la capacidad de aprovechar vientos de 12 metros por segundo y generar 100 watts de energía eléctrica.
Sobre la participación de los estudiantes del CEC-SUR en el proyecto, Grijalva manifestó que es una magnífica oportunidad para los estudiantes y su comunidad de allegarse tecnología, misma que en el mediano plazo puede redundar en beneficios y ahorro económico.
“El propósito final del proyecto es que los aparatos se produzcan en serie y lleguen a las familias más pobres que carecen del servicio de la CFE. Conozco algunas telesecundarias de lugares muy lejanos que no funcionan porque no tienen el servicio de energía eléctrica”, puntualizó.
EL APRENDIZAJE Y LA VINCULACIÓN
El Centro Escolar Comunitario del Sur Manuel Bartlett Díaz atiende a la población estudiantil de colonias de escasos recursos de esa zona.
Por ello, el Prefecto de Estudios del Bachillerato del CEC-SUR, Nicolás Cos Martínez consideró que el esfuerzo del Doctor Nicolás Grijalva por darle un valor agregado al plan de estudios de los alumnos con la construcción del aerogenerador, repercutirá no sólo en la enseñanza sino también en beneficios para la comunidad.
“Enseñar a los estudiantes las técnicas y aparatos para producir energía eléctrica mediante procesos limpios creará conciencia entre los estudiantes y llegará hasta sus familias, hecho que es una misión de este centro educativo comunitario, vincularse con su entorno”, manifestó.
Agregó que cuando los padres de familia conozcan los beneficios que traerá el aerogenerador, confió que la participación sea nutrida.
A este plantel acuden estudiantes de colonias como San Bernabé Temoztitla, San Ramón, Guadalupe Hidalgo, Luis Donaldo Colosio y de los asentamientos antorchistas del sur. Autoridades del centro educativo estiman que la población asentada alrededor de la escuela rebasa las 600 mil personas.
PERFIL DE LOS INVESTIGADORES
• Nicolás Grijalva y Ortiz.
• Cursó las carreras de Física e Ingeniería en Geofísica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
• Obtuvo el Doctorado en Geofísica en Alemania.
• Es Profesor Emérito de la UNAM.
• Fue fundador del Centro de Investigaciones Científicas y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE).
• Actualmente es docente de asignatura de la Facultad de Ingeniería.
• Es profesor del Bachillerato del Centro Escolar Comunitario del Sur Manuel Bartlett Díaz. (CEC-SUR).
• Correo electrónico: mgrijalva@sirio.ifuap.buap.mx
• Juan Francisco Rivas Silva.
• Estudió la Licenciatura en Física en la Universidad Veracruzana.
• Tiene la Maestría en Física por la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Ixtapalapa.
• Es Doctor en Física por el Instituto de Física Luis Rivera Terrazas de la BUAP.
• Cursó un posdoctorado en la Brigham Young University, Estados Unidos.
• Actualmente se desempeña como Secretario Académico del Instituto
• Su línea de investigación está relacionada con los cálculos teóricos de estructura electrónica de átomos, moléculas y sólidos.
• Ha publicado 50 artículos en revistas internacionales.
• Tel: 2 29 55 00 extensión 2000.
• Correo electrónico: rivas@sirio.ifuap.buap.mx
