Por Valentín Varillas
Era noviembre de 2023.
El entonces presidente López Obrador se asqueó, cuando a su escritorio llegó una nota informativa que detallaba la concesión del Museo Barroco operada en tiempos de Rafael Moreno Valle.
Casi vomita.
Tanto le impactó el tema, que fue parte sustancial de una de sus mañaneras.
Y eso que no tenía la película completa.
A López Obrador le enseñaron apenas la punta del iceberg.
Hay un marranero impresentable alrededor de la creación de los famosos fideicomisos.
El rey de ellos es el F/044.
Fue firmado, con características de “irrevocable”, el 29 de noviembre de 2012 entre el Gobierno del Estado de Puebla -como Fideicomitente y Evercore Casa de Bolsa, S.A de C.V como Fiduciario.
Funge actualmente como fuente directa de pago del proyecto de a Plataforma Audi y como fuente alterna de pago para los dos Proyectos de Prestación de Servicios (PPS) más importantes de aquel sexenio: la construcción del Centro Integral de Servicios (CIS) y el Museo Internacional Barroco.
El monto del proyecto, en el caso de la Plataforma de Audi, fue originalmente de $1,853.9 mdp más IVA, e incluye una modificación a la alza de otros $5,079 mdp, también más su respectivo impuesto, con un plazo de financiamiento de 15 años.
En el caso del CIS, el monto del proyecto es de $1,373 mdp en un plazo de 25 años y en el del Museo Barroco es de $1,742 mdp más IVA en un plazo de 280 meses.
De acuerdo con lo estipulado en documentos, para cumplir con el compromiso el gobierno estatal se obliga a afectar los ingresos presentes y futuros derivados de la recaudación del Impuesto Sobre Nómina.
Tiene una vigencia hasta el año 2062, es decir, la “afectación” a los recursos que se obtengan por concepto de este impuesto seguirá aplicándose en las próximas 7 administraciones estatales.
No existe un Comité Técnico.
Tampoco un mecanismo para revisar y en su caso autorizar, los incrementos a los pagos mensuales de los Certificados de Aceptación Definitiva, que emite la Secretaría de Infraestructura en el momento en el que se autorizan las estimaciones de las obras ejecutadas, de acuerdo a las especificaciones técnicas y el programa de ejecución del proyecto.
Cobraron lo que se les dio la gana y no necesariamente el precio de mercado que norma la realización de obras similares.
De esta manera se explican los sobrecostos de cerca del 240% en promedio, que caracterizaron a toda la obra pública realizada en ese período.
Los Estados Financieros del Fideicomiso reflejaban, para el período 2012-2018, egresos por $39,152,906.77 pesos e ingresos por $33,529,794.99 pesos.
Actualmente se continúa amortizando la pérdida.
En los famosos fideicomisos, siempre han estado las claves para encontrar el hilo que conduce a la ruta del dinero.
Alejandro Armenta ha prometido ya, tomar cartas en el asunto desde el primer día de su gobierno.
Revisar y en su caso, finiquitar algunos de estos Programas de Participación Social, con el objetivo de evitar que se siga sangrando el erario estatal.
Por el bien de Puebla y los poblanos, que así sea.