21-11-2024 10:02:17 PM

Especulaciones

Por Jesús Manuel Hernández

 

Y los días pasan y los anuncios se ven disminuidos, dando paso así a las especulaciones externas, y también internas aunque no se diga, sobre cómo será el gobierno de Alejando Armenta y quiénes serán los “hombres fuertes”, así les dicen, en quienes será depositada la confianza y quizá un poquito de poder para ayudar a gobernar.

Raro sería a estas alturas que en el núcleo de colaboradores aparecieran nuevos nombres, figuras con trascendencia inmediata. Y eso involucra también a los llamados “fundadores de Morena”, pues no todos estuvieron cerca del senador, incluso hubo alguno o algunos que intentaron cerrarel la puerta.

A estas alturas alguien debía preguntarse quién o quiénes animaron a Alejandro Armenta a sumarse a MORENA, cuántas voces intervinieron, a qué apellidos y cargos responden los responsables de haber sumado a tan valioso activo emanado del partido decadente.

Esa sería una primera línea de investigación. La otra respondería directamente a la cercanía histórica, a la amistad a prueba de fracasos y proyectos truncados. Y esto quizá sea la justificación de que algunas personas, “hijos de”, “nietos de”, “exfuncionarios de”, aparezcan repentinamente en los círculos cercanos. “Son muchos años de amistad”, pensarán algunos, y otros corregirían, “hubo afecto, hay agradecimiento”, solo eso.

Visto así el panorama, a nadie debe extrañar que Armenta se emplee a fondo en generar una estructura con alcance de seis años, no sólo para el debut, no sólo para la primera foto del gobernador y su gabinete.

Aquí se escribió hace varias semanas que no los más cercanos en la foto serían los más cercanos al núcleo de poder.

Y ahora habría que agregar, acomodar a otros nombres, a quienes impulsaron la participación política del joven Armenta Mier en los primeros años de la década de los 90, del siglo pasado, claro está, cuando salía Piña Olaya y entraba Manuel Bartlett.

Quienes le conocen bien, saben de otros nombres que no aparecen, pero que están presentes.

Y quizá valga la pena traer algunas líneas de Maurice Joly:

“Para llegar a algo hay que empezar siendo el hombre de alguien. Es el periodo del padrinazgo, periodo fundamental, ya que en este intervalo se inicia el aprendizaje del favor, aprendizaje durante el cual uno puede juzgar por sí mismo si tiene o no aptitudes para medrar.

“Nunca es totalmente imposible encontrar protectores. Es una función social suficientemente representada; pero cuando se ha encontrado a uno, lo difícil es conservarlo. No saberlo conservar lo suficiente como para sacarle todo el jugo constituye la prueba decisiva de que uno no es capaz de medrar…”

Así que habrá que abrir los ojos, leer entre líneas, desechar el rumor y las llamadas a “sotto voce”, será mejor observar quién se mantiene cerca del gobernador aunque no despache en el gabinete.

O por lo menos, así me lo parece.

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