18-10-2024 07:59:30 AM

¿Por qué Céspedes Peregrina?

Por Valentín Varillas

 

Razones de sobra existen para justificar la próxima integración del gobernador de Puebla al gabinete de la presidente Claudia Sheinbaum.

Y no son menores, faltaba más.

Tienen un peso mayúsculo si de eficiencia y lealtad de trata.

Céspedes Peregrina ha llevado a cabo una administración de resultados claros, concretos, al margen de ambigüedades o especulaciones.

Los ambiciosos proyectos de generación de infraestructura urbana o educativa, llevados a cabo en apenas dos años de gestión, van a superar lo hecho por otros mandatarios en sexenios completos.

El legado ahí estará, será tangible, palpable y trascenderá generaciones. 

Y al momento de los balances, no caben las filias o las fobias, ni ideológicas ni políticas.

Al contrario.

Para lograr lo anterior hubo que reconciliar a los poblanos.

Hacer a un lado las etiquetas, las obsoletas fracturas y las estorbosas divisiones para sumar a los que de verdad podían con el paquete.

Gobernar con eficacia es una de las responsabilidades principales de quienes se deben al servicio público.

Bajo esta lógica seguramente llevará las riendas del Instituto Nacional de Migración.

Una instancia de mucha importancia en la gobernabilidad del país y en la agenda bilateral con los Estados Unidos.

Por si estas no fueran credenciales suficientes, Céspedes fue siempre un importante apoyo para el proyecto presidencial de Claudia Sheinbaum.

Fungió como uno de los primeros liderazgos de Morena en sumarse con todo, en medio de un proceso interno que por momentos tuvo fuertes jaloneos.

Que inclusive llegó a ser descalificado por sus propios participantes.

Puebla siempre fue, de principio a fin y contra viento y marea, “claudista”.

De esta forma, el estado jamás fue un foco rojo en términos de la continuidad de la 4T como grupo en el poder.

Al contrario.

Los resultados obtenidos por los candidatos poblanos fueron inmejorables para el oficialismo.

Se pudieron contener los sectarismos y minimizar el riesgo de divisiones internas.

Siempre a través del dialogo y la apertura.

Las victorias en las urnas resultaron aplastantes, históricas; en todo sentido.

Y por si fuera poco, no hay focos rojos en lo que a la transición de poderes se refiere. Esta navega sobre aguas tranquilas y así seguirá hasta que se cumplan los plazos y se culminen los procesos.

Cartas credenciales le sobran a Sergio Salomón para ser parte de un gobierno federal que llegó con el respaldo y la confianza de 36 millones de mexicanos, pero que se enfrenta al reto de estar a la altura de las enormes expectativas y la esperanza de un país entero.

Los diputados de la LXI legislatura, incluyendo los de oposición, decidieron en su momento que Céspedes Peregrina era la mejor opción para gobernar el estado.

Ahí quedó su voto como prueba irrefutable de lo anterior.

Hoy, esa confianza le llega, ni más ni menos, desde la presidencia de la República.

No es poca cosa.

Que sea para bien de todos.

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