Por Alejandro Mondragón
Otros 6 mil 800 millones de pesos de las arcas locales, fueron invertidos por la inefable exsecretaria de Planeación y Finanzas, María Teresa Castro Corro, en un broker financiero: Fóndika SA de CV.
Del total de la cantidad, 2 mil 700 millones de pesos fueron entregados, a cambio de la comisión más baja que se ofrecía en el mercado.
Fóndika es un bróker (empresa financiera) que ejecuta órdenes de compra y venta de acciones bursátiles; y cobra comisiones por este servicio.
Esta entidad pagaba la menor tasa de interés que el promedio bancario. Por ejemplo, Citybanamex otorgaba al gobierno morenista un interés de 7.55 por ciento por los 2 mil 960 millones de pesos; Scotiabanck concedía el 7.34 por ciento por 3 mil 396 millones de pesos.
HSBC daba a las finanzas barbosistas 7.93 por ciento por los 326 millones 700 mil pesos invertidos en bonos. Santander, 7.31 por ciento por 2 mil 631 millones de pesos. BBVA por 189 millones 300 mil pesos daba un rédito del 7.58 por ciento.
Fóndika por 4 mil 100 millones de pesos otorgaba el interés de 7.31 por ciento; pero tendría otra partida por 2 mil millones a la cual sólo entregaba el 4.88 por ciento. Accendo por los 600 millones de pesos perdidos, la tasa era del 5.02 por ciento.
La Ley federal de Disciplina Financiera prohíbe a los estados invertir el dinero público, a través de brokers como Fóndika. Eso fue precisamente lo que hizo la Secretaría de Planeación y Finanzas, cuya ex titular Castro Corro hoy labora en el SAT.
El dinero invertido en Fóndika se recuperó, pero el daño por usar a un bróker por la menor comisión implica no sólo inhabilitación, sino sanciones penales.
Al menos 3 mil 660 millones de pesos depositados, a cambio de la peor tasa de interés obtenida en el mercado, corresponden al Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas, de acuerdo con un documento en poder de Al Portador.
En 2021, año del quebranto de Accendo y de las inversiones en el coyotaje financiero, la diputada Olga Romero Garci Crespo asumió la presidencia de la Comisión de Control, Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del Estado de Puebla. Validó las cuentas barbosistas.
Ahora, funge como coordinadora de Finanzas del equipo de transición de Alejandro Armenta Mier.