Por Yasmín Flores Hernández
Hemos escuchado tanto hablar de las feministas y la violencia de género, que la colaboración semanal está dedicada a generar conciencia sobre estos dos conceptos.
Si nos ceñimos únicamente a la primera acepción de la RAE, hablamos de la dimensión teórica del feminismo: la idea de que las mujeres merecen aquello que tradicionalmente ha sido reservado sólo para los hombres, dejándolas a ellas en un lugar de discriminación y opresión. Sería, por lo tanto, una idea.
Pero es más que eso. Es una idea, pero una que nos impulsa a cambiar nuestra forma de actuar para transformar el mundo y que tiene efectos comprobables en nuestras vidas.
La segunda acepción de la RAE bajo “feminismo” es movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo.
Son esas ideas de igualdad las que crean un movimiento de personas alrededor del mundo entero, tanto hombres como mujeres, que quieren usarlas para transformar el mundo, un mundo en el que las mujeres por el hecho de serlo ven en peligro sus derechos fundamentales.
Un mundo que no debería ser así, y por el que desde hace más de cien años que se lucha.
El feminismo es un movimiento político, social y filosófico radical que afirma a las mujeres como personas con derechos.
Este movimiento se origina a la par con las luchas revolucionarias y libertarias, especialmente, con los ideales emancipatorios de la revolución francesa del siglo XVIII y XIX. Las mujeres inician la lucha por el reconocimiento al voto y a sus derechos laborales.
En México, es en la década de 1960 que el movimiento feminista cobra su esplendor, especialmente entre las mujeres educadas de clase media. Las primeras feministas en México en su mayoría fueron educadoras, quienes pugnaron por el derecho al voto y a la educación.
El feminismo no es contrario al machismo, pues todavía hoy existe una equivocada comprensión del término, ello derivado del desconocimiento.
El machismo es una conducta animalesca del hombre, violenta, dominadora y agresiva, el feminismo no es su contraparte, pues su contraparte sería el hembrismo o matriarcado, como un modelo de imposición violenta y dominadora de las mujeres sobre los hombres.
Cuando hago referencia a feminismo, éste está comprendido como la teoría crítica que analiza el patriarcado “como una estructura política piramidal de dominación y subordinación, estratificada por género, raza, clase, taxonomías religiosas y culturales y otras formas históricas de dominación”.
El feminismo está en contra de la creación de una mística romántica de la femineidad que exalta y sublima a la mujer como esposa y madre, pues éste es un mecanismo de control machista, que según la crítica feminista, es usado para ocultar la exclusión de la mujer de las instancias reales de decisión.
El feminismo no excluye, sino que incluye a los hombres y los exhorta a un cambio de relaciones de equidad, y propone un nuevo orden social, político, económico y eclesial beneficioso para hombres y mujeres por igual fundamentado en la armonía, y nunca en el dominio o imposición violenta.
El feminismo debe seguir adelante mientras las mujeres sigan siendo oprimidas y discriminadas. Es fundamental llegar a una toma de conciencia mayoritaria donde hombres y mujeres sean tratados de manera igualitaria.
Conocer de dónde viene un movimiento es importante para saber a dónde va.
Una vez entendido el concepto del feminismo, recordemos que es la violencia de género:
La violencia de género es un tipo de agresión física o psicológica ejercida contra cualquier persona o grupo de personas basada en su orientación o identidad sexual, sexo o género. Este tipo de violencia, que impacta la identidad y el bienestar de la persona afectada, se desarrolla en un sistema de relaciones de dominio de los hombres sobre las mujeres.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define la violencia contra las mujeres como todo acto de violencia de género que resulte o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada.
De igual manera, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), de observancia general en la República Mexicana, en su artículo 4º, fracción IV, establece como violencia contra contra la mujer cualquier acción u omisión, basada en su género, que le cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público.
Me parece importante mencionar un concepto mas, como es la perspectiva de género, es una metodología y una serie de mecanismos que permiten identificar la discriminación, la desigualdad y la exclusión que sufren las mujeres.
También establece las acciones que deben emprenderse para crear condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la equidad entre mujeres y hombres.
Siempre que atiendan casos con mujeres involucradas, las procuradurías y las fiscalías deben usar esta herramienta para identificar y vigilar si las acciones, conductas u omisiones generan daño o sufrimiento a las víctimas.
Una vez entendidos los conceptos entremos a fondo del asunto.
En Puebla sin duda hay muchas feministas, pero cuantas son reales, si reales, mujeres que han sido precursoras en el tema del feminismo en nuestro Estado.
Aquí algunas feministas destacadas:
María del Carmen Serdán Alatriste, mejor conocida como Carmen Serdán, personaje clave en la Revolución Mexicana.
María Teresa Chávez Campomanes, la doctora María Teresa se desempeñó como bibliotecaria, por lo que fundó y dirigió la Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archivistas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), lo que marcó un legado para diferentes generaciones estudiantiles.
Carmen Caballero Camarillo de Cortés, fue profesora, activista política y precursora de la generación que logró el voto femenino en México, de tal manera que, ayudó a reivindicar los derechos cívicos de las mujeres, puesto que, también fue parte de la Asamblea Nacional Femenil del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Contribuyó en la Agrupación Civil de Mujeres Poblanas con el lema “La superación de la mujer y el niño”, espacio que luchó por los derechos económicos y sociales de las mujeres.
Elena Delfina Garro Navarro, mejor conocida como Elena Garro, se vio inmersa en la creación de literatura fantástica. Asimismo, se desempeñó como guionista, periodista y escritora, convirtiéndose en una de las más destacadas del siglo XX.
Algunas otras feministas precursoras son Rocío García Olmedo , Mónica Díaz de Rivera, Olimpia Coral, mi querida Silvia Tanus por mencionar algunas, han contribuido al desarrollo de políticas públicas en beneficio de las mujeres.
Para ellas mi reconocimiento y admiración.
Pero como en todo, existe lo bueno y lo malo, o mejor dicho las feministas y las seudo feministas.
Sí, aquellas que sólo en tiempos electorales asoman la cabeza, se toman fuerte del género para llenar sus vacíos y con ello lograr posiciones políticas.
¿Nombres?
Muchos, desde las que ocupan y ocuparon algunas posiciones como funcionarias públicas, hasta las que hoy son candidatas o bien voceras de los coordinadores.
La semana próxima, le cuento la historia de un viaje, unas mimosas, un moët & chandon y muchos lujos, a costa del erario, en plena austeridad.
Bien dicen, no todo es lo que parece…
DOS AÑOS SIN CECILIA
Y hablando de feministas destacadas el pasado 21 de mayo se cumplieron dos años del feminicidio de la abogada Cecilia Monzón, lamentablente aún no hay fecha para el juicio contra el excandidato a gobernador por el PRI, Javier López Zavala y sus dos presuntos cómplices.
Helena Monzón dijo que aún no hay justicia para su hermana, ni para su familia, incluido el pequeño hijo de la abogada, quien “la ha echado de menos cada día”.
“Esta justicia que exigimos no es sólo para mi hermana, es para todas las mujeres en México. El incumplimiento del Estado mexicano es grave, viola convenios internacionales”, expreso.
El Gobernador del Estado Sergio Salomón Céspedes Peregrina, hizo un llamado al Poder Judicial a que resuelva el caso y ya no se aplace más la audiencia contra el presunto responsable, Javier López Zavala.
A usted que me escucha y me lee, le reitero que no creo en la justicia de nuestro estado, como bien lo menciona Helana Monzón, “la impartición de justicia debe ser pronta y expedita, y además con perspectiva de género”.
¡Justicia para Cecilia Monzón!