Por Valentín Varillas
La candidatura de Rosario Orozco a la diputación federal por Tehuacán pasó por dos tamices muy importantes: el apoyo de Claudia Sheinbaum y el visto bueno del jefe político del estado, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Con la candidata presidencial, la señora Rosario ha tenido, desde hace mucho tiempo, un canal de comunicación directo y sin intermediarios.
Egresadas ambas de la Facultad de Derecho de la UNAM, han tocado temas importantes de la actual coyuntura política nacional.
Incluido, por supuesto, el del potencial ingreso a la oferta electoral del oficialismo.
Hay que recordar que Puebla fue le primer estado en declararse abiertamente como “claudista”.
Fue en noviembre del 2022, allá en Tepeaca, precisamente durante el informe legislativo del hoy gobernador del estado, cuando Miguel Barbosa declaró que su grupo político apoyaría el proyecto de quien era jefa de gobierno de la CDMX.
Otros liderazgos de Morena en Puebla ya se habían decantado por otros aspirantes.
Nacho Mier con Adán Augusto López y Alejandro Armenta con Ricardo Monreal.
Pero faltaba una definición de altura a favor de quien ya era la favorita para ganar el proceso interno para elegir a quien ya tiene la responsabilidad de cimentar el segundo piso de la 4T.
Espaldarazos como este, en el tiempo exacto, preciso, en donde se valoran mucho más, tarde o temprano dan réditos.
Por cierto, hablando de apoyos, en el mismo informe de Sergio Salomón Céspedes como diputado, Barbosa anunció que en Puebla se llevaría a cabo una gran marcha a favor del presidente López Obrador y la 4T, apenas un par de días después de que sus opositores salieran a la calle en todo el país “en defensa del INE”.
Una iniciativa que el propio jefe del ejecutivo federal retomó, para hacer una convocatoria nacional a llenar el Zócalo de la Ciudad de México con militantes y simpatizantes de Morena y sus aliados.
El evento fue un éxito rotundo.
Tan dejó satisfecho a AMLO, que cuando tres semanas después vino a Puebla para asistir a la ceremonia fúnebre del entonces gobernador, reconoció públicamente en su discurso que la idea original de realizar semejante movilización había sido de Barbosa Huerta.
Por cierto, a la muerte de Miguel, fue el gobernador Céspedes Peregrina quien retomó la interlocución con Claudia Sheinbaum.
Nadie más.
Los oportunistas que lucraron con una supuesta relación cercana que nunca fue, mostraron su verdadero valor cuando llegó el momento de las definiciones.
Se revelaron chiquitos, muy menores.
Y mire dónde están.
Esperando que se acuerden de ellos, en un momento en el que los cargos de mayor peso específico e importancia política de cara al proceso de junio próximo, tienen ya nombre y apellido.
Dueño, vamos.
Y los ocupan quienes realmente pueden llevar a Morena a obtener triunfos valiosos que sumen a que se logren los objetivos electorales que esperan en Palacio Nacional.