Puebla tiene ya Gobernador Electo, por una mayoría inobjetable, lo resultados electorales confirman y legitiman la decisión de los poblanos.
El análisis político seria interminable, enumerar la causas implicaría un listado enorme, buscar culpables o artífices de la derrota priista y triunfo aliancista también causaría debates interminables, muchos se colgaran la medalla o señalaran culpables pidiendo la hoguera para ellos.
Aunque tampoco se puede dejar pasar las irregularidades y acciones gansteriles de grupos propios y ajenos a Puebla que ciertamente operaron el día de la elección y causaron no pocos conflictos y pequeños flamazos en diversos puntos de la entidad; Vale mencionar que tuvimos un proceso plagado de acciones de mayor calibre de las que se acusaba a PRI en sus años mozos, y no pierda usted de vista el factor económico, ese que no se declara ante hacienda o ante los organismo electorales, y tampoco se conoce su procedencia pero si se hace notar su intención y su destino? esas prácticas que tanto se le reprocharon al partido antes hegemónico hoy se las aplicaron corregidas y aumentadas, existieron sí, pero no se puede ni excusar la derrota de unos, ni achacar el triunfo de otros a estas acciones al 100%; estas prácticas empañan la democracia, ensucian el resultado y es algo que la ciudadanía y nuestra democracia no merecen, unos las dejaron de hacer y otros aprendieron a hacerlas, eso no es algo para enorgullecerse, pero al final del día y lamentablemente queda como algo anecdótico, como los mitos y leyendas del folklore electoral mexicano, lo vimos, lo vivimos pero no lo podemos comprobar.
Consumatum est, lo que ahora debe ocuparnos a los poblanos es la construcción de un Estado seguro, prospero, justo y democrático, si, democrático porque la conquista de Casa Puebla por parte de Rafael Moreno Valle o la derrota de la clase política en el poder, no significa per se un triunfo de la democracia.
Déjeme le explico:
La alternancia por sí misma no es sinónimo de democracia, la suma de partidos para el decirle al pueblo elíjeme a mí para sacar al otro tampoco es democracia, el voto sin una consciencia de dirección social clara, solo por el hecho de ?cambiar por cambiar? tampoco es democracia.
La democracia se construye, se vive, no se erige por si sola con la emisión y respeto del voto solamente.
Las alianzas o coaliciones mostraron un éxito electorero, si, indudablemente; falta ver si también son un éxito como gobierno, como ejercicio democrático del poder.
Oscar Arias, Presidente de Costa Rica menciono aquí en México: No se debe confundir el origen democrático de un régimen con el funcionamiento democrático del Estado. Un verdadero demócrata demuestra su energía combatiendo la pobreza, la ignorancia y la inseguridad ciudadana…
En sentido estricto, la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
El reto entonces del nuevo gobierno que entrara en funciones en el 2011 será cumplir con las expectativas creadas en el electorado, hacer realidad un Estado justo, equitativo y seguro, pero sobre todo democrático, deberá ser capaz de convocar a la sociedad a involucrarse en los procesos y en la toma de decisiones, deberá ser capaz de generar y encabezar la adopción de una nueva cultura de participación social, una nueva cultura y consciencia cívica y social, sin fobias ni filias.
Si en verdad el candidato de la alanza de varios partidos cree en el discurso que nos dirigió a los poblanos y se asumió como candidato de un ?movimiento ciudadano al que ya nadie lo para?, entonces deberá ser el primer promotor de la continuidad de ese movimiento ciudadano, deberá convocar a los mejores hombres y mujeres del Estado (y no quiero decir estrictamente nacidos en Puebla), de todas las corrientes políticas para liderar una entidad que merece un mejor lugar no solo en los rankings estadísticos de la macroeconomía. Puebla voto no por un partido, voto por la esperanza de un proyecto que nos haga transitar hacia una mejor calidad de vida, transitar hacia un estado justo, equitativo y democrático, que supere los logros y aciertos, que hay que decir que si los hubo por parte del gobierno actual.
Los resultados están a la vista, la suerte está echada, el reto está ahí, los compromisos ofertados están ahí, los poblanos estamos aquí a la espera, el momento de la verdad para el nuevo gobierno? apenas está por venir.
