Por Alejandro Mondragón
Lo que bien tendrán que revisar los y las aspirantes son sus negativos.
Tal indicador reviste importancia por su impacto directo en la competitividad que requiere Morena para la elección constitucional del 2024.
De nada servirá ignorar los negativos de cada aspirante para definir al coordinador/a de la Cuarta Transformación en Puebla si es lo que toma en cuenta el electorado para emitir su sufragio.
¿Qué tanto confía en fulana, mengano o zutano para gobernar?
Esa es la pregunta que tienen que formularse los equipos de cada aspirante.
En otras palabras, saber qué hicieron en el verano pasado o qué tan mal fue su labor como funcionario/a.
Entre las cartas para la gubernatura la que reporta los más altos negativos, de acuerdo con las evaluaciones que se han divulgado aparece la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco.
Dos indicadores.
En posicionamiento, siete de cada diez personas desconfían en Rivera Vivanco.
Y entre toda la población, reporta un nivel de desaprobación del 30 por ciento.
Las razones se encuentran en su desempeño como presidenta municipal de Puebla, donde se multiplicaron las irregularidades.
Aunque ella y los suyos presuman que se encuentra bien posicionamiento, eso ocurre por dos factores.
Primero, su conocimiento por desempeñarse como alcaldesa de Puebla.
Y segundo, por llamarse igual que la ganadora nacional, Claudia Sheinbaum, como coordinadora de la 4T en el país.
Está claro que el pasado acaba por alcanzar a todos y todas.
