Por Alejandro Mondragón
En el Partido Acción Nacional de Puebla más que las candidaturas para el 2024 está el interés sobre quién se quedará con el control del blanquiazul, después de las elecciones.
En el escenario de una derrota ante Morena y sus aliados, algunos/as hacen cuentas sobre la forma en la que quitarán el partido a El Yunque y sus representantes.
Su argumento es simple: con el morenovallismo, al que pretenden revivir al interior de Acción Nacional, sí se ganaban elecciones, pero El Yunque simplemente no.
Por eso, personajes como Jorge Aguilar Chedraui, Patricia Leal Islas y hasta Franco Rodríguez ya están listos para recuperar al PAN que perdieron con perfiles morenovallistas: Genoveva Huerta y compañía.
Tienen el legítimo derecho de reclamar un PAN ganador, aunque Moreno Valle esté muerto, lo que resulta más que cuestionable es su propósito real.
Se han disfrazado de Caballo de Troya porque pretenden controlar al blanquiazul para vendérselo al próximo gobernador.
Es decir, ser la oposición domesticada para el mandatario morenista que resulte ganador.
Ya se sabe que no van a sumar para que el PAN obtenga triunfos, porque eso sería su derrota. Negocian con morenistas una alianza de facto.
La pregunta clave: ¿Y qué ganarían estos morenovallistas?
La respuesta simple: quedarse con el PAN.
Por eso, nada como observar la forma en la que Francisco Fraile revivió el tema del fraude electoral en 2018, en entrevista con 24 horas, y las reacciones de las viudas del morenovallismo.
El objetivo es uno: Enterrar a El Yunque y quitarle el partido.
