Por Alejandro Mondragón
Nadie tiene duda que las reglas de observancia nacional de Morena para sus aspirantes presidenciales se replicarán en los nueve estados del país.
Sin embargo, el contexto también juega en la madre de todas las elecciones, la del 2024.
Primero está el presupuesto de la Federación del año que ya no ejercerá en su totalidad, el mandatario López Obrador.
Para el Presidente -eso sí- es máxima prioridad para garantizar que sigan todos sus AMLOproyectos.
Eso significa que nadie se moverá hasta tener definido el último presupuesto de AMLO. Ante la beligerancia opositora en el Congreso de la Unión no dejará a la suerte el recurso por la eventual salida de sus operadores que buscan cargos en sus estados.
Eso -sin duda- amarra un tiempo más al legislador federal, Ignacio Mier Velazco, a quien como líder de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, López Obrador le seguirá encargando la operación en este tema.
Hay que entender que acordar, no es lo mismo que aprobar, en términos legislativos. A mediados de noviembre suele pasar a votación el presupuesto del año siguiente.
Alejandro Armenta Mier dejará la presidencia de la mesa directiva del Senado en septiembre y perderá el foco de atención que le daba esa posición.
Las otras cartas son locales y están desde ayer sujetos a un proceso nacional de elección de candidatos/as: Julio Huerta en Gobernación y Olivia Salomón en Economía, ambos promotores de la causa de Claudia Sheinbaum.
Está visto que también se aplicará el criterio de invitar al Partido del Trabajo y Verde Ecologista a proponer su carta, igual que el criterio por la Presidencial.
En el PT aparece como la opción de este grupo Lizeth Sánchez, secretaria del Bienestar en Puebla; y en el Verde cualquier Natale o Kuri.
Así que paciencia morenos, porque antes de Puebla tiene que salir el último presupuesto de AMLO.
