Karina Fernández |
La diputada Genoveva Huerta sí viola la ley al incumplir con los procedimientos y tiempos electorales para buscar su posicionamiento como aspirante al gobierno de Puebla, incurriendo en las mismas prácticas que los contrarios.
Así lo denunció la senadora del PAN, Nadia Navarro Acevedo quien consideró que por ética y congruencia, la militancia tiene que ser promotora de contiendas electorales justas y civilizadas, que garanticen pispo parejo.
“Creo que sí viola la ley, tiene que ajustarse a los procedimientos en los tiempos electorales, por supuesto que estas campañas de posicionamiento debemos regularlas para que exista piso parejo en todas las competencias y considerar que hay una línea muy delgada entre lo correcto y entre lo que se puede hacer (…) si la ley no lo prohíbe tu sí, además de eso es ético, es correcto que lo estés haciendo de esta manera”.
Recordó que las dirigencias nacional y estatal de Acción Nacional serán las responsables de presentar la mejor propuesta de candidatura para la ciudadanía, atractiva, que no tenga antecedentes penales, no tenga vínculos con la corrupción, defienda una agenda ciudadana y dé resultados.
La legisladora aceptó que en estos momentos el perfil mejor posicionado para pelear por la gubernatura de Puebla es el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, a quien expresó su respaldó si el partido decide impulsar a un hombre.
No obstante, en caso de que decida que sea una mujer, pues coincidió con la campaña de que en Puebla #TocaGobernadora, levantó la mano para ser considerada por la institución y los partidos que se sumen a la coalición contra Morena.
“Al final todas tenemos oportunidad de participar, no me considero en desventaja, he tenido varias campañas, no sólo de la mano de Martha Erika sino también de anteriores procesos electorales, estoy enfocada y concentrada en mi trabajo y el objetivo que tengo que es ser la más competitiva”, expresó.
Finalmente, de las diferencias que existen al interior del PAN estatal, Nadia Navarro consideró que es momento de que la dirigencia nacional intervenga cuando las desavenencias no tengan solución mediante el diálogo y acuerdos.
