Superado la etapa crítica de la economía, tendrán que retomarse los proyectos del Centro Expositor y la Célula pues se encuentran rezagados en más de tres años tanto en su construcción como en la promoción y no pueden quedar inconclusos.
Según los empresarios integrantes del Consejo para el Desarrollo Industrial, Comercial y de Servicios (CDICS) en la reunión del próximo 22 de abril se conocerá el presupuesto con el que se cuenta para este año y cuál es el programa de trabajo que se tiene para ambas obras, que supuestamente eran las ?estrellas?·de la actual administración gubernamental.
En 2005 ambas obras se anunciaron con bombo y platillo, se presentaron como la respuesta para ?detonar? la actividad económico-industrial de Puebla. Sin embargo a tres años de iniciada su construcción, ésta no se ha podido concluir, tampoco convencer a empresas para que se instalen en la Célula o puerto seco y mucho menos se tiene una firma que pueda manejar el Centro Expositor.
Obras similares se han concluido en otros estados en ese mismo tiempo, o incluso en Hidalgo apenas hace una semanas inició la edificación de un puerto seco a cargo de la firma Hutchinson y que estará concluido en un año máximo, pero que además ya cuenta con varias firmas comprometidas a instalarse en esa zona.
Más de mil millones de pesos han destinado a ambas obras y no se ve claro para cuándo puedan estar en operación. Hace unos días por enésima vez se dijo que el Centro Expositor estará terminado para noviembre próximo, faltará ver si sólo será la estructura o todo el ?concepto? con el que se vendió la idea de una zona de ferias de ?nivel internacional?.
Francisco Rodríguez, presidente de Coparmex y miembro del CIDCS, dijo que en la sesión de la próxima semana tendrá que definirse qué se hará con ambos proyectos y cuánto dinero se les destinará, cuidando que no se lleven todo el recurso que se obtiene del Impuesto Sobre la Nómina pues hay otras obras que deben ejecutarse en apoyo de la industria poblana.
HUF en operación
La firma alemana Huf México S de R (Huf Húslbeck & Fürst) ya está en operación en sus nuevas instalaciones atrás de Volkswagen, concretamente en la Junta Auxiliar de San Francisco Ocotlán, municipio de Coronango, donde realizó una inversión de 10 millones de dólares y generó 160 plazas.
La empresa se dedica al desarrollo y producción de sistemas de cerraduras mecánicos y electrónicos para automóviles y desde aquí abastecerá a empresas automotrices que operan en el país y también en el extranjero.
Huf ya operaba en Puebla desde hace algunos años en Amozoc, ante sus necesidades de ampliar su capacidad de producción optó por trasladarse más cerca del centro de distribución de sus productos, donde aplica alta tecnología.
Impacto Ambiental
El próximo año Puebla será sede de la reunión de la Asociación Internacional para la Valoración de Impacto Ambiental (IAIA, por sus siglas en inglés), que significará la participación de al menos 1,200 congresistas de todo el mundo con una derrama considerable par la ciudad.
Puebla ganó la sede en marzo pasado al competir contra Guadalajara, Monterrey y Morelos., y fue ratificada la semana pasada en Ginebra, Suiza.
El trabajo realizado por el Centro de Convenciones de Puebla, a través del área de mercadotecnia permitió convencer a los integrantes de IAIA de los beneficios y la importancia que puede tener que dicho congreso se realice en la capital poblana.
La IAIA es un organismo no gubernamental, dedicado a promover las innovaciones, el desarrollo y comunicación de mejores prácticas en la evaluación de impacto ambiental.
Están afiliados 78 países y promueve el desarrollo de la capacidad local y global, para la aplicación de los ambientales, sociales, de salud y otras formas de evaluación en la que unos conocimientos científicos sólidos y la participación ciudadana plena sentar las bases para un desarrollo equitativo y sostenible.
En Puebla tanto el gobierno municipal y el estatal, principalmente, tienen mucho que hacer para reflejar que están preocupados y ocupados en una política ambiental responsable. Aunque esto también debería involucrar a los demás sectores.
Por cierto resulta interesante y preocupante que en la ciudad sólo un Hotel esté considerado como ecologista, es decir, que sus instalaciones, servicios y productos realmente sean considerados como ?cultura verde?. No basta con ahorrar agua o energía eléctrica, sino que los materiales que utiliza sean biodegradables y/o reutilizables.
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