Por Rocío García Olmedo
Sin olvidar la defensa que debemos seguir dando a nuestro sistema electoral y continuar poniendo atención en todos y cada uno de los temas que -como ya se hizo costumbre- trastocan o violan normas desde diferentes acciones de gobierno; llegaron las fechas conmemorativas al movimiento de la Revolución Mexicana que en Puebla tuvo como actores fundamentales a la familia Serdán.
Carmen, Natalia, Máximo y Aquiles Serdán tuvieron una participación que contribuyó y que trascendió a su época.
Esa reivindicación social que representó la Revolución Mexicana, no sólo reivindicó valores democráticos que defendieron con su propia vida; años después, permitió formular un proyecto de nación, crear identidad nacional y construir instituciones públicas y políticas.
Por eso esa lucha debe visibilizarse justo cuando, como en aquellos tiempos, la sociedad nacional se encuentra actualmente envuelta en una serie de asuntos que amenazan con ar marcha atrás en lo alcanzado.
Esos retrocesos lamentablemente no sólo tienen que ver con el sistema electoral o con la destrucción de instituciones, también, con la desaparición de programas de política pública conquistados a favor de las mujeres o en la educación, o en la salud o en programas que beneficiaban al campo, entre muchos otros.
En un escenario distinto al de aquella época, cuando surgen cuestionamientos cruciales, también se sale a la calle en su defensa.
Porque la defensa es hoy también a nuestra democracia, por la que lucharon los hermanos Serdán, aún inacabada sí y sin duda perfectible también, que pretende centralizar y controlar el sistema electoral en su conjunto, proponiendo crear uno “a modo” , peor aún, sabiendo de antemano que no es el momento político para hacerlo.
Con esta responsabilidad actual, recordamos la gesta heroica de los hermanos Serdán, iniciada un 18 de noviembre, una etapa en la historia que construyó ideales, anhelos, que hizo suyas las inquietudes sociales de la época y asumió los retos con acciones y pensamientos concretos.
Ideales, que fueron esas piezas claves para detonar la Revolución Mexicana y continuar la lucha hasta lograr Constitución de 1917.
Recordando a la familia Serdán recordamos a mujeres audaces e inteligentes entre ellas, las poblanas conocidas como “las socias” de Carmen Serdán: su Mamá Doña Carmen, Filomena del Valle, Guadalupe, Rosa y María Narváez Bautista, Paulina Maraver e Ignacia Vázquez; también rescatamos los nombres de Hermila Galindo Acosta, Dolores Jiménez Muro, Juana Belén Gutiérrez, Sara Pérez Romero, Elvia Carrillo Puerto, Petra Herrera, Adela Velarde Pérez “La Adelita”, Maria de la Luz Espinoza Barrera y de muchas/os más anónimos, que testigos de las injusticias, vivieron censura y persecución del régimen de entonces –como documenta la historia- por “pensar diferente a Don Porfirio” y reaccionaron y se sumaron al movimiento, hasta que en muchos lugares de la República las luchas se hicieron visibles. ¡Cuántas analogías!
Recordar estos hechos históricos, nos permiten valorar lo que las mexicanas y mexicanos han hecho cuando se trata de la defensa de causas.
Por ello hoy recordamos a la familia Serdán, precursores de la Revolución Mexicana en el 112 Aniversario.