Por Valentín Varillas
Un par de encomiendas concretas recibió Jorge Benito Cruz Bermúdez, cuando su padrino político, Luis Maldonado Venegas, lo impuso como Secretario de Educación Pública.
La primera: mantener las canonjías y privilegios del grupo cercano.
Esto suponía seguir beneficiando a empresas y proveedores consentidos, cobrando la famosa comisión o “moche” por los sobreprecios acordados y para que los pagos salieran en tiempo y forma.
Todo esto gracias a los buenos oficios de Ricardo Kuri, sobrino político de Maldonado, que otorgaba contratos y amañaba licitaciones a modo, sobre todo las que tenían que ver con el CAPCEE, dirigido en ese entonces por Diego Corone Creaman.
Ya hablamos ayer del caso de Diseño Funcional en Construcción S.A. de C.V.
Pero también en esa lista aparecían otras razones sociales cuyo verdadero dueño era el entonces diputado federal por Movimiento Ciudadano, Víctor Manuel Jorrin Lozano
Los aviadores de lujo debían de continuar cobrando sin trabajar.
La nómina de la pomposamente llamada Academia Metropolitana- una instancia cuyo objetivo es la de “tomar acciones encaminadas a elevar el nivel de vida de los habitantes de la capital del país y la zona metropolitana”- tendría que seguir cubriéndose con recursos provenientes de la SEP.
En ese tiempo, funcionarios de la dependencia como el propio Maldonado, Jorge Benito, Octavio Ferrer o Enrique Quiroz, formaban parte de su patronato.
Por cierto, cuando Rafael Moreno Valle era Secretario de Finanzas en el gobierno de Melquiades Morales, autorizó el pago de diversos apoyos y “convenios de subsidio” para la academia por un total de 24.2 millones de pesos.
Eran los tiempos cuando Maldonado Venegas, además de fundador y presidente de la Metropolitana, era el líder nacional de Convergencia.
Sin embargo, la obligación principal para Jorge Benito era seguir operando toda la estrategia encaminada a encubrir todas las irregularidades heredadas por su antecesor.
Así que, conformó un “grupo interno de trabajo” que trabajó a marchas forzadas intentando solventar los 514 millones 775 mil 300 pesos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), que según el gobierno federal fueron aplicados de manera incorrecta y conseguir facturas y documentos para “amarrar” una serie de movimientos financieros irregulares que tienen como eje principal las salidas de dinero en efectivo de la dependencia.
Todo esto, antes de que llegaran las nuevas auditorías y revisiones por parte de la Auditoría Superior de la Federación.
En ese tiempo, el entonces Secretario de Educación Pública Emilio Chauyfett había expresado públicamente la necesidad de legislar la validación y el otorgamiento de los REVOES ante el crecimiento exponencial de ofertas de educación superior hechas por escuelas privadas “patito”, que vendían sobretodo modelos de titulación “a distancia”, con la complicidad de autoridades educativas en diversos estados de la República.
Puso a Puebla como ejemplo de esto.
Sobra decir que Jorge Benito cumplió a cabalidad y recibió las consecuentes recompensas.
Cuando Maldonado, por órdenes de Moreno Valle, se fue al PRD a intentar perfilar no solo la alianza para Puebla, sino una potencial coalición nacional que llevaría al poblano como candidato a la presidencia, Cruz Bermúdez quedó como encargado de despacho de la Secretaría General de Gobierno.
Al final del sexenio, le dieron el CAPCEE, fue ratificado en el cargo con la llegada de Tony Gali a la gubernatura.
Ahí, fungió como un auténtico Alí Babá que saqueó la dependencia de la mano de sus 40 ladrones.
Algunos enquistados dentro de la dependencia.
Otros, operando libremente desde afuera.
De ahí, lo mandaron a la presidencia estatal del PRD para encargarse de una parte de la operación a favor de Martha Érika Alonso.
Agotada su labor partidista, le regalaron una magistratura en el Poder Judicial Poblano.
Era la apuesta de la gobernadora para llegar a la presidencia del Tribunal.
Después del accidente del 24 de diciembre del 2018, el castillo de naipes se derrumbó.
La apestosa cloaca se abrió y hoy Cruz Bermúdez lejos de codearse con los dioses de la política en el Olimpo poblano, anda a salto de mata para evitar ser llevado ante la justicia.
Por todo esto y por muchas otras cosas más.
La montaña rusa de la política.