Por Alejandro Mondragón
La calificadora Fitch Ratings validó lo que ha sostenido el gobernador Luis Miguel Barbosa sobre la solidez de las finanzas estatales y no tener que recurrir a la deuda, como sí lo hicieron sus antecesores.
En su reporte de noviembre 2021, Fitch “ratific
“La ratificación de la calificación refleja la expectativa de Fitch respecto a que Puebla mantendrá un desempeño operativo sólido y métricas de deuda fuertes, con una razón de repago menor de 5 veces (x) y cobertura de servicio de deuda en un rango de 2x a 4x.
“La calificación de Puebla deriva de la combinación de las evaluaciones del perfil de riesgo en ‘Rango Medio Bajo’ y de la sostenibilidad de deuda de ‘AA’”, indica en su reporte Fitch Ratings.
Está claro que aún con lo costoso que significó para el erario enfrentar la pandemia, las economías logradas han permitido cerrar este año con finanzas saludables.
Incluso, Puebla sufragó los gastos de los daños causados por el paso del huracán Grace y luego las explosiones en San Pablo Xochimehuacán.
Ello no ocurre en otras entidades federativas, cuyos mandatarios han tenido que solicitar a la Secretaría de Hacienda adelantar participaciones para sortear los gastos del cierre del 2021.
El gobierno de Luis Miguel Barbosa aporta fondos a los municipios, en donde sus alcaldes no tienen para pagar la nómina y han planteado solicitudes de deuda.
En otros sexenios, a estas alturas, los gobernadores recurrían a la deuda directa e indirecta o comprometían las finanzas en proyectos de participación con el sector privado y concesiones.
Los tiempos, simplemente, cambiaron también en el manejo del erario.
