Por Karina Fernández
El salario digno y el trabajo formal están lejos de ser una realidad para las poblanas que trabajan, mismas que ganan poco y carecen de seguridad social y prestaciones.
Según se observa en la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) publicada por el Inegi, al menos la mitad de mujeres que laboran en Puebla lo hacen bajo estas condiciones.
Las estadísticas reflejan que la informalidad y precariedad laboral son una constante entre las poblanas trabajadoras a pesar de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.
De acuerdo con el Inegi, las féminas representan el 40% de la fuerza laboral en Puebla. Hasta diciembre pasado había un millón 153 mil trabajadoras, la mayoría en el sector comercial y de servicios.
Pero están desprotegidas. De 652 mil trabajadoras subordinadas, más del 60% no tiene acceso a instituciones de salud, y al menos 1 de cada 2 no cuenta con prestaciones laborales.
Además 407 mil (6 de cada 10) no tienen contrato laboral por escrito; 240 mil sí pero en una de cada cinco es de carácter temporal o no específico, lo que implica que el día de mañana podrían incorporarse al desempleo.
A pesar de que en la mayoría las jornadas de trabajo duran de 35 a 48 horas semanales, el tiempo que le dedican no se refleja en los ingresos que perciben.
El Inegi refleja que al menos 4 de cada 10 poblanas que trabajan ganan no más de 140 pesos diarios, lo equivalente al salario mínimo.
Además otras 142 mil poblanas no son remuneradas, 283 mil trabajan por cuenta propia y apenas 22 mil son empleadoras; reflejo de las escasas oportunidades que tienen para emprender o estar al frente de un negocio.
Hasta diciembre pasado, la Población Económicamente Activa de Puebla estaba conformada por dos millones 899 mil personas, 60% hombres y 40% mujeres.
También al cierre del año había 51 mil 153 poblanas desempleadas, cuya tasa de desocupación se situaba en 4.4%, ligeramente arriba en relación a la tasa de desempleo estatal.
