Por Alejandro Mondragón
Dos cosas ya saben los panistas poblanos.
Se los dejó muy en claro el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés.
1.- Las candidaturas a diputados federales serán responsabilidad del CEN blanquiazul y todo lo local (diputados y alcaldías) háganse bolas en Puebla.
2.- Nada más que se aplicará el principio de paridad de género en todas las candidaturas, lo que puede significar que la nominación de la alcaldía de Puebla sea para una mujer.
Ahora se puede explicar el activismo que trae la líder del PAN poblana, Genoveva Huerta, pues el perfil mejor posicionado será determinante.
En otras palabras, Genoveva Huerta está en la lista de aspirantes a la presidencia municipal de Puebla, desde su posición de dirigente estatal panista.
Huerta ha radicalizado su posición hacia los gobiernos de la 4T, particularmente las administraciones de Luis Miguel Barbosa y Claudia Rivera Vivanco.
La encuesta que realiza para saber si los panistas aceptarían candidaturas externas en el 2021, no es otra cosa sino el pretexto de promoción porque sabe que si el CEN resuelve que la capital sea para una mujer, no habrá más Eduardo Rivera Pérez y compañía.
Radicaliza su postura crítica hacia los gobiernos de Morena, y los defensores de Barbosa y Rivera Vivanco se encargarán de darle más publicidad y difusión.
Todo suma, las críticas buenas o malas.
Quizá algo sepa el ex gobernador Antonio Gali sobre la viabilidad de que sea una mujer la candidata a la alcaldía que optó por ir por una diputación.
Está claro además que Genoveva se va a victimizar con los ataques morenistas, la campaña mediática en su contra y seguirá en la ruta de posicionarse para que en enero del 2021, fecha de las definiciones, aparezca como la mujer mejor colocada para competir.
Y sus adversarios y críticos convertidos en sus principales promotores.
