Por Abel Pérez Rojas
El Covid-19 está representando una especie de catapulta para la poesía y los poetas, porque el confinamiento y la búsqueda de esperanza son un auténtico caldo de cultivo para la inspiración, la generación literaria y el acercamiento con nuevas audiencias a través de las redes sociales.
Si bien es cierto que los bardos no han sido ajenos a los efectos negativos colaterales de la pandemia -principalmente económicos y sociales-, se puede constatar una especie de boom poético en los últimos meses.
Es suficiente con hacer una simple búsqueda en Google para corroborar que muchísimos periódicos y revistas publicaron selecciones de poemas escritos durante pandemias históricas, o bien, listas con poemas motivacionales para hacer más pasadera la cuarentena.
Al escribir en el buscador de cualquier red social algún hashtag relacionado con poeta, poesía, pensamiento, reflexión, letras, etc., verás que a cada momento alguien está compartiendo una frase, un verso o un poema.
Por ejemplo, los versos del poema No te rindas de Mario Benedetti se han vuelto comunes en los muros de los usuarios de las redes sociales como una forma de dar y darse ánimo:
“No te rindas por favor no cedas, / aunque el frío queme, /aunque el miedo muerda, / aunque el sol se ponga y se calle el viento…”
Mucho antes del coronavirus, poetas de todo el mundo hicieron de Twitter e Instagram sus principales plataformas para compartir sus letras, ahora no sólo lo siguieron haciendo, sino que cobró nuevos bríos y nuevas estrategias de interacción, por ejemplo, en España surgió el festival de poesía virtual #Poesíaentusofá, el cual poco después se replicó en algunos otros países latinoamericanos.
Por otra parte, aprovechando principalmente la irrupción de la app Zoom, se han realizado múltiples lecturas poéticas desde diferentes partes del mundo. Es frecuente ver las publicaciones en redes sociales de lecturas poéticas de este tipo con escritores de México, Chile, Argentina, España, Venezuela, sólo por mirar las de habla hispana.
Esperando mejores tiempos para que sus versos conformen libros, los poetas están escribiendo mucho aprovechando el confinamiento y están compartiendo su trabajo al menos en sus redes sociales.
Con sus respectivos alcances y matices, yo he tenido el pulso de lo que te comparto.
Con motivo de la iniciativa #Poesíaalasocho, en las semanas recientes he entrevistado a escritores de varias nacionalidades, todos ellos han coincidido en algo: hay un boom poético con motivo del Covid-19.
Todos mis colegas coinciden en el sentido, de que emergió el valor social y humano de la poesía al quedar exhibidas por el coronavirus muchas de nuestras debilidades, miserias y fortalezas.
Muchas personas están volteando a ver a la poesía como una vía no confesional para externar, abrevar y buscar el lado humano y trascendente de la vida.
Otros más están acercándose a la poesía como una vía complementaria a su apuntalamiento psicológico para salir adelante en estos tiempos.
Estoy seguro de que estamos viendo el surgimiento de nuevas corrientes poéticas y literarias, así como la fusión de géneros que marcarán al menos lo que resta de la primera mitad del siglo XXI.
Todo lo anterior es claro para quienes amamos la poesía, como también es claro que en eso radica nuestra área de contribución para las nuevas generaciones.
Yo estoy convencido de lo anterior al igual que otros más, sólo es cuestión de tiempo para verlo todos.