Por Karina Fernández
Aunque acumuló 256 casos confirmados de COVID-19, Puebla pasó en una semana del tercero al cuarto lugar nacional con más contagios, de un total de 4 mil 661 pruebas positivas en el país, de acuerdo con el último reporte de la Secretaría de Salud federal.
El informe refiere que la entidad fue rebasada por los 335 casos reportados en Baja California, que hasta el pasado domingo se situó debajo del Estado de México con 523 y Ciudad de México con mil 328.
No obstante, Puebla ya figura en semáforo naranja al ser el segundo estado que registran de 251 a 500 casos positivos de coronavirus; mimo en el también figura Baja California.
Además la tasa de mortalidad, es decir por cada 100 mil habitantes, es de 0.30, superior al promedio nacional situada en 0.23, aunque es preciso mencionar que la cifra de defunciones que reconoce la federación contrasta con el reporte diario de la Secretaría de Salud en el estado.
El panorama nacional reportó un total de 296 defunciones, de las cuales más de la mitad (56.1%) oscilan entre personas de 25 a 59 años y el 43.9% rebasan los 60 años. Del total de casos positivos, 8 de cada 10 se presentan en personas de 0 a 59 años.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell admitió que el país se aproxima a la fase 3 de la pandemia, en la que el reto más importante será disponer de un sistema de salud que pueda soportar la carga de hospitalizados por coronavirus, incluyendo terapias intensivas.
“La fase 3 a la que irremediablemente vamos a llegar y muy pronto se caracteriza por dos elementos, la dispersión de casos donde hay varios brotes comunitarios que se empiezan a conglomerar y el reto de asegurar que existe la disposición de espacio para la atención médica necesaria”, dijo.
El funcionario federal señaló que el gobierno en turno heredó un sistema de salud deteriorado y caracterizado por la falta de inversión, de desarrollo, de contratación de médicos y enfermeras así como de instalaciones adecuadas que ya se han corregido.
Explicó que la federación ha reorganizado las capacidades de sus hospitales para atender a los enfermos que las necesiten y cuyo número de casos se advierte que irá en aumento en la transición de la fase 2 a 3 a la que “irremediablemente” llegará México.
