Por Karina Fernández
Néstor Camarillo Medina renunció a la Secretaría de Organización del PRI para competir por la dirigencia estatal del partido, desde la cual se comprometió a abrir las puertas a traidores del tricolor.
A la par, Américo Zuñiga asumió las funciones de delegado presidente del PRI estatal tras recibir la renuncia de Lorenzo Rivera al cargo para contender libremente por esta posición al interior del partido.
El ex alcalde de Quecholac se sumó a la lista de aspirantes a presidir el Comité Directivo Estatal del tricolor cuyo proceso de renovación está en puerta.
En rueda de prensa, el priista se sumó al llamado para recibir a los detractores del PRI pero sobre todo por “premiar” a quienes han sido leales al partido, empezando por las bases del tricolor.
“Bienvenidos todos los que aspiren. Y también agregaría que a los priistas leales es momento de premiarlos también, que no se han ido, han estado hay que premiarlos”.
Bienvenidas también todas las expresiones que en su momento apoyaron otro partido pero que se formen. Si con las puertas abiertas para quienes se equivocaron y regresarán seguramente”, advirtió.
Reclamó que los pasados presidentes estatales relegaron a la militancia, y confió en que en este proceso de renovación haya transparencia para garantizar la inclusión de todos.
Al respecto, Américo Zúñiga quien se encargará de vigilar el proceso interno del partido ofreció piso parejo en la renovación de la cual no adelantó ni la fecha ni el método bajo el cual se elegirá a la nueva dirigencia.
No obstante dejó en claro que no tiene intenciones de participar en el proceso. Tampoco manifestó inclinación por alguno de los aspirantes al cargo para no opacar el proceso en puerta.