Por Alejandro Mondragón
Dentro de la estructura orgánica de El Yunque, el denominado Grupo de El Pantano (integrado por Javier del Castillo Guerrero “La Tortuga” y Antonio Ramírez Castellanos “El Caimán”) han presionado históricamente a los gobiernos en turno.
Y se han salido con la suya.
Mediante el Colegio de Arquitectos, luego agrupaciones vecinales hasta crear la Red de Participación Social, siempre obtienen ventajas en proyectos gubernamentales, básicamente los estudios para la ejecución de obras.
Lograron consolidar su presencia con el trienio de Gabriel Hinojosa, con quien se reencontró “La Tortuga” en la campaña a la gubernatura de Enrique Cárdenas, ya listo para buscar la presidencia municipal de Puebla en 2021.
Con la gestión de Luis Paredes se enfrentaron y cada obra censuraron por inviable; eso decían del paso a desnivel Juárez-Serdán. A los siguientes ediles lograron presionarlos y pararles diversos proyectos. La última fue a Blanca Alcalá con su obra del bulevar Atlixco.
Ahora, en busca de convertirse en contrapesos del gobierno de Luis Miguel Barbosa, tienen en la mira el proyecto integral de construcción del Paso Inferior Calzada Zavaleta, Camino Real a Cholula.
Del Castillo Guerrero se asumió como defensor de los vecinos de la zona. Ha dicho que no pasará la obra y que movilizará a todos para impedirla.
Lo que no dice es que su edificio y negocios ya no podrían gozar del metro y medio del alineamiento que le quitó al arroyo peatonal.
Sí, imágenes revelan precisamente la forma en que su edificio se apoderó de la banqueta.
Tanto le ocupa el tema que hasta promueve la recolección de firmas en diversas plataformas y va por la suspensión de la obra para exhibir la incapacidad gubernamental.
No, no es que le ocupen los poblanos que viven en la zona, sólo le interesa el metro y medio de banqueta que se chingó.
Es el grupo de presión contra el barbosismo de cara al 2021. Si le conceden una, querrá todas.
#AsíNoTortuga.