26-11-2024 07:41:40 PM

RIP a expropiaciones exprés

Por Valentín Varillas

 

Una de las más grandes aberraciones en la historia de la vida legislativa poblana, son las modificaciones hechas a la Ley de Expropiación del Estado, que eliminaban la garantía de audiencia a los propietarios de un bien inmueble cuando, a consideración del Ejecutivo estatal, se justificara la urgencia para realizar una obra pública.

El texto facilitó abusos de todo tipo a lo largo del sexenio de Rafael Moreno Valle, autor intelectual de semejante atropello.

Todo parece indicar que este abusivo marco legal vive ya una auténtica agonía.

La nueva mayoría del congreso poblano pretende derogarla a través de una iniciativa presentada hace unos días por la diputada Tonatzin Fernández.

El tema, sin embargo, debe ser de especial interés de otro diputado, su compañero de bancada, quien vivió en carne propia los alcances de esa ley.

Me refiero a Emilio Maurer Espinosa.

Apenas un mes después de la aprobación de la ley, en marzo del 2014, se emitió el decreto con el cual se expropiaba la exhacienda de San Antonio Tamariz, ubicada en el municipio de Noplucan, propiedad del hoy diputado y su familia.

El predio, de 747 hectáreas, tenía una ubicaión estratégica de acuerdo con el proyecto de desarrollo a partir de la instalación del planta de Audi en la comunidad de San José Chiapa.

Según el gobierno estatal, la declaratoria de utilidad pública se justificaba, ya que la exhacienda se destinaría para la apertura de calles, el establecimiento de infraestructura y la ampliación de los servicios públicos “que faciliten la instalación de industrias o empresas generadoras de nuevas fuentes de empleo”.

A partir de ahí, la familia Maurer inició un periplo legal ante la justicia federal para defender su patrimonio, lo que culminó en enero del 2017 con un amparo en definitiva en contra del decreto de expropiación.

Más allá de lo legal, alrededor de la intentona de expropiación de la exhacienda Tamariz hay como transfondo la decisión de plantarle cara a un gobernador, que utilizó el abuso y la amenaza para materializar sus caprichos.

A contrapelo de la gran mayoría que agachó la cabeza y cobardemente se rindió, aquí Moreno Valle y su pandilla se toparon con pared.

Es más, a un mes de emitido el decreto expropiatorio, el 6 de abril de 2014, el entonces gobernador, en el cénit de su influencia y poder político, vivió en carne propia el rechazo por parte de quienes en ese momento eran víctimas de sus excesos.

Aquí lo publiqué en su momento.

Después de haber asistido al punto final de la Serie Copa Davis entre México y Perú, celebrado en el Club Britania Zavaleta, el gobernador Rafael Moreno Valle comía en el restaurante El Desafuero, acompañado por el Secretario de Infraestructura, Cabalán Macari y sus respectivas esposas.

Ocupaban la mesa redonda, ubicada justo junto a la celosía de madera que divide el comedor principal de la terraza que anteriormente era utilizada como zona de fumar.

Minutos después llegaba al restaurante la señora Amelia Suárez de Maurer, acompañada de una amiga.

Al darse cuenta de la presencia del mandatario estatal, no dudó en dirigirse a su mesa.

Siempre respetuosa, pero igualmente firme, expuso sus opiniones sobre el proceso de expropiación de la Ex Hacienda Tamariz, de la que su esposo Carlos es uno de los socios principales.

Con un volumen lo suficientemente alto para ser audible para la mayoría de los comensales, en la exposición de la mujer surgieron términos como “abuso”, “injusticia”, “autoritarismo”, “venganza” y demás.

Sin siquiera decir una palabra, el gobernador hizo una seña con la mirada, suficiente como para que el Secretario Macari Álvaro, hasta hace muy poco considerado como “entrañable amigo” de Carlos Maurer y su familia, tomara del brazo a doña Mela y la invitara a continuar la plática fuera del local.

Minutos después, regresó cada uno a su mesa y no volvieron a cruzar palabra.

Hoy, el tiempo y los vaivenes de la política les dieron a los Maurer la absoluta razón.

Vayámonos acostumbrando.

Muchas historias como esta tendrán desenlaces similares.

El natural movimiento de la rueda de la fortuna ha modificado la realidad de quienes le apostaron a estar siempre en la cumbre.

No entendieron el elemental mecanismo y ahoran vendrán las inevitables consecuencias.

 

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