Y de repente, Coyopol se transformó, cambió, mutó.
Del nerviosismo extremo, auténtico, sincero, que mostró en el momento preciso de conocer la publicación de los tres cheques sin fondos girados de su cuenta personal por un monto superior a los 6 millones de pesos, pasó a la tranquilidad actuada, a la sonrisa forzada, a las declaraciones que pretendieron ser contundentes, pero que al final resultaron tibias al ser emitidas por una voz quebrada, insegura, que denotaba todo lo contrario de lo que se pretendía demostrar.
Y entonces, surgieron las inevitables contradicciones, esas que aparecen de inmediato cuando alguien no dice la verdad.
En un tiempo récord, por cierto, el cholulteca cambió diametralmente su discurso.
Primero, poco después de las siete de la mañana, le declaraba al botepronto a Mondragón que negaba que él hubiera emitido los cheques, que la chequera no era la suya, que la cuenta tampoco, pero que la firma sí.
Inclusive se atrevió a firmar una hoja en blanco para que se cotejara con la firma que aparecía en los cheques publicados.
Idéntica, sin embargo, al ver que solito se había ensartado, Coyopol salió con que siempre no, y que la rúbrica se la había falsificado algún auténtico artista en la materia.
Más tarde, cerca de la una treinta y de haber irrumpido abruptamente en la cabina de radio, Coyopol me aseguraba no sólo que él no había firmado los documentos de la polémica, sino que, además, su firma era completamente diferente a la que aparecía en los cheques.
Inclusive, se ofreció a demostrármelo con una credencial de elector que jamás enseñó.
Extraño ¿no?
Por la mañana, el candidato negaba que la información que contenían los documentos fuera real.
Por la tarde, reconocía ya que el Registro Federal de Contribuyentes que se aprecia en los cheques publicados sí es el suyo.
Más extraño resulta si partimos del hecho de que, de toda la información que aparece en los documentos, es precisamente la del famoso RFC es la que resulta más personal y por lo tanto es la más difícil de obtener.
También por la tarde, el panista aseguraba haber ido al banco de referencia, el HSBC de El Vergel, a confirmar que efectivamente la cuenta que se maneja en los cheques no era suya (claro, por aquello de las malditas dudas).
Aseguraba haber llegado a la sucursal y así, como si nada, al margen de las cláusulas de confidencialidad y del secreto bancario, haber obtenido la información referente a esa cuenta, de la que asegura no ser él el titular.
Al ser cuestionado sobre la aberración que representaba el pretender creer que cualquier ciudadano puede llegar a alguna sucursal bancaria y acceder a la información de cualquier cuenta por el simple hecho de darle el número a cualquier ejecutivo, respondió con la contradicción mayor: “Claro que a mí sí me dieron la información porque yo soy el titular de la cuenta”.
¿Conclusión?
Coyopol reconoce ser el titular de una cuenta que asegura que no existe y que no está a su nombre.
Brillante ¿no cree?
Y así podríamos llenar cuartillas y cuartillas de contradicciones, aberraciones y titubeos, que se dieron en el espacio de tiempo comprendido entre las 7 de la mañana, cuando no sabía nada del tema y se enteró en plena entrevista y la una y media de la tarde, una vez que quedó establecida la estrategia mediática recomendada por los súper asesores, esos que ya vio para que sirven.
Quedaron para el final de la plática las amenazas de demanda (bienvenidas como siempre) y los fallidos intentos de intimidación al llegar a las instalaciones acompañado de más de diez esbirros, dos de los cuales permanecieron en el estacionamiento anotando las placas y las características de los vehículos de quienes aquí laboramos.
Aldeano y muy elemental ¿no cree?
LAS RAZONES DE LO CHUSCO
¿Por qué Coyopol salió a defender lo indefendible arriesgándose como pasó al final a caer en lo ridículo?
Existe una razón muy poderosa para ello.
Panistas del distrito 10 le pusieron un ultimátum al conocer lo publicado por Status Diario: “O demuestras que eres inocente, o te olvidas de la candidatura”
La amenaza es tan real y va tan en serio que en el blanquiazul ya se tiene el nombre del sustituto de Coyopol, en caso d que no pueda demostrar que los cheques emitidos no pertenecen a su cuenta personal.
No pierda de vista el nombre que aparecerá en la boleta del distrito 10 el próximo 5 de julio.
Se trata de Refugio Benjamín Sarmiento.
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