A menos que el Arcángel San Miguel y un ejército de “ángeles” no estén haciendo su trabajo, no se explica que Puebla capital y el estado entero estén “libres de influenza tipo C” y sólo se registren casos “de influenza atípica” (sic), como lo dijera el secretario de salud Antonio Marín.
Desde la semana pasada cinco de los siete estados vecinos, con los que se comparten amplias fronteras, registraron casos y decesos por influenza porcina, pero Puebla está (estaba) cubierta con un halo angelical, no hay una sola persona enferma de influenza porcina.Por cierto ¿dónde están todos los tema/problema que hasta hace unos días nos tenían preocupados a casi todos? Lo cierto que ahí siguen latentes, mejor dicho presentes o ¿a poco por arte de magia se esfumaron? ¿O son obedientes, y también están recluidos en sus hogares y con tapaboca?
Antes de que el gobierno estatal aplicara las medidas sanitarias de prevención, el pasado lunes a media mañana, eran pocos los poblanos que utilizaban el cubreboca. Rumores, datos no confirmados corrían entre los poblanos. Finalmente “sólo para prevenir” y para “acatar” las disposiciones de las federación se opta por suspender clases, conciertos, espectáculos, actos religiosos, cierran museos, se cancela el desfile del 5 de mayo, y se evita todo tipo de reunión masiva.
Hay cientos de poblanos que realmente son cuidados por sus “ángeles”; los que a diario viajan al Distrito Federal para trabajar y que utilizan las conocidas líneas de autobuses, en las que hasta ayer martes no se aplicaba ninguna medida sanitaria con los choferes y pasajeros de utilizar el cubreboca, mínimo.
A lo largo de los años los poblanos han optado por desconfiar del gobierno, sin importar de qué color sea. Cuando éste dice sí, la población piensa lo contrario. Y ahora parece ser el caso, el gobierno dice no hay, y la vox populi piensa y hasta afirma que sí hay casos de influenza, pero que no se reportan ni reconocen oficialmente.
No llamar a las cosas por su nombre y no ser transparentes con la información no evita que se propague la enfermedad, ni los rumores ni las medias verdades, y mucho menos elimina la desconfianza entre la población.
No es que deseemos que haya enfermos y fallecidos por esta epidemia, pero no es del todo comprensible que nadie en la entidad poblana haya presentado síntomas de la influenza porcina, como lo asegura el gobierno estatal, teniendo a cinco de siete estados vecinos con reportes de enfermos y fallecidos.
Es de desear que a la postre no nos enfrentemos a una amarga realidad, ya sea por mentiras, por verdades a medias, porque se ocultó información (cualquiera que sea).
Pero también, sin minimizar y mucho menos negar la existencia de un problema de salud, de la contingencia sanitaria que está golpeando no sólo a México sino a otras naciones, surgen varias dudas y se plantea una que otra interrogante:
Lo que no logró el ejército, sí lo consiguió un minúsculo bicho en cuestión de horas: inhibir (no anular) las acciones de la delincuencia organizada. No ha habido -que se sepa- enfrentamientos entre bandas, ni levantones u homicidios, tampoco el ejército ni la PGR ha capturado, mucho menos presentado, a líderes, operadores o “cerebros” de algún cártel.
¿Se estarán reagrupando unos (ejército) y reorganizando otros (delincuentes)?
¿La factura y fractura económica sólo se aceleró, para que el segundo semestre sea de recuperación?
¿Porqué la fecha mágica del 6 de mayo? A cuatro días del 10 de mayo, fecha significativa para las familias mexicanas.
¿Por decreto empezarán a controlarse los casos de enfermos y muertos a partir del 1 de mayo, para que después de más de 100 horas pueda decirse que está superado el problema?
¿Y si, lamentablemente, no se supera la emergencia sanitaria? ¿Entonces qué?
Esperemos que realmente haya transparencia de información en todos los niveles de gobierno, y no nos enfrentemos después a que se magnificó o minimizó un problema.
Mientras, el patrono de la ciudad de Puebla el arcángel San Miguel (con la espada desenvainada y desde el zócalo), junto con la hueste de ángeles protege a la ciudad que fundaron hace 478 años, y de paso a todo el estado.
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