Por Shanik David
A pesar de que diferentes organizaciones sociales han expresado la necesidad de que se revierta la concesión del servicio de agua potable de la capital, el gobernador José Antonio Gali Fayad defendió el contrato que se dio a finales de 2013 a la empresa Aguas de Puebla -Concesiones Integrales-, al decir que éste sirvió para principalmente para sanear la deuda que tenía el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla.
A decir el titular del Ejecutivo, dentro del contrato de concesión, que tiene una vigencia de 30 años, se establecieron clausulas concretas para que la empresa ejecute obras para la atención del servicio, como es la planta potabilizadora que se comenzó a construir hace unos días así como la atención de la red de alcantarillado, además de mejorar la forma de suministrar el servicio de agua potable y los tandeos.
“Lo que nosotros heredamos en 2011, cuando era secretario de Infraestructura, fue una deuda de casi tres mil millones de pesos en agua”, recordó Gali Fayad, al insistir que con la concesión lo que se hizo fue poner orden a la situación financiera del Soapap.
Por esta razón, insistió que si bien se pidió a los diputados locales que se modificara la fracción VI del artículo 12 de la Constitución Política del estado para incluir la facultad de los municipios en el manejo del servicio -a pesar que en el texto anterior no se violaban las facultades municipales-, no se buscará enmendar la Ley de Aguas del Estado o revertir la concesión.
“No tiene caso, realmente se ha trabajado a fondo, habría que ver con anterioridad cómo se encontraba el servicio, en qué situación estaba, era un estado endeudado por el tema del agua, pero ahora gracias a esta valiente decisión de trabajar con la concesionaria se viene trabajando en el saneamiento de la deuda heredada”, puntualizó.
Sin embargo, al hacerse una revisión de la deuda del SOAPAP se detectan algunas anomalías en cuanto al monto reportado.
Por ejemplo, al cierre de 2010, previo al cambio de gobierno, la deuda reportada del organismo operador era de dos mil 27 millones 506 mil 88 pesos, los cuales se tenían comprometidos con Banobras desde 2008.
Para el primer trimestre de 2014, días antes de que entrara en operación la concesión del servicio de agua potable la deuda sólo había bajado 6.6 millones de pesos.
Desde entonces la deuda sí ha disminuido considerablemente, pues al cierre de 2016 el monto reportado era de mil 803 millones 593 mil 871 pesos; es decir, en poco más de dos años la deuda bajó 217.3 millones de pesos.
Pese a esto, llama la atención que el monto no corresponde a lo que se reportó que se había abonado a la deuda como parte del inicio de la concesión del servicio, esto de acuerdo con información dada a conocer por la evaluadora Fitch Raitings en julio de 2015.
En el reporte, en el cual se indica que la deuda del Soapap se mantiene como uno de los principales riesgos de las finanzas estatales, se indica que de los mil 486 millones 321 mil pesos que pagó de contraprestación inicial Concesiones Integrales al ganar el contrato, 813 millones de pesos se abonarían directamente a la deuda que tenía el Soapap con Banobras, pero, como ya se mencionó, dicho abono no se ha visto reflejado en los documentos oficiales de la deuda pública estatal.
Además, cabe hacer mención que como parte de la concesión los ingresos generados por el servicio de agua potable quedan casi por completo en manos de la concesionaria, pues ésta sólo está obligada a abonar el 5 por ciento de los ingresos totales a la paraestatal como parte de contraprestación periódica.
