Por Shanik David
Después de 27 meses, este fin de semana Rubén Sarabia Sánchez regresó a su domicilio, sin embargo esto no se dio por los amparos que ha ganado a lo largo de los últimos dos años para revocar los cargos que se le impusieron, sino por una orden de prisión domiciliaria solicitada por el Ministerio Público que llevó su caso.
“Están mandando un mensaje subliminal de que me mandaron para que me muera en mi casa con mi familia” afirmó el líder de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre, pues los últimos ocho meses de su encarcelamiento los pasó en el Hospital General del Sur a raíz de problemas de salud crónico degenerativos que padece.
Por esto, calificó como “una imposición que revela que el gobierno convierte mi domicilio en una prisión”, pues la casa ubicada en Villa Frontera está custodiada de manera permanente por policías, lo cual consideró como una violación a la Constitución y a los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Sin embargo, pese a su estado de salud y las anomalías jurídicas que se han dado de manera constante en el proceso que se abrió en su contra, Simitrio se muestra fuerte e insiste que se seguirá en la lucha para alcanzar la libertad de todos los presos políticos.
“Estamos luchando para que ya no haya un uso distorsionado de la institucionalidad, que ya no haya un uso faccioso e inmoral de la institucionalidad para perjudicar a alguien” sentenció el dirigente de la 28 de Octubre, al exigir la liberación de los demás miembros de la organización y que se cancelen las averiguaciones previas y ordenes de aprehensión que se tienen abiertas.
Además, Sarabia Sánchez acusó directamente que Víctor Carrancá Bourget quien desde el sexenio pasado inventó delitos en contra de quienes criticaran a Rafael Moreno Valle, medidas que, dijo, se siguen aplicando pese al cambio de gobierno.
