Por Jesús Manuel Hernández
El mismo día que Enrique Dóger declaraba al diario de mayor circulación en Puebla: “Mi nombre aparecerá en la boleta electoral en 2018”, y el analista Valentín Varillas advertía que Enrique Ochoa Reza tenía los primeros sondeos sobre el futuro electoral de Puebla, que podría quedar en la tercera fuerza, Jorge Estefan Chidiac confesaba a los columnistas que él no será candidato y que existen al menos once nombres, once, para buscar la candidatura de Puebla.
A su juicio, con la renovación de los comités municipales, falta el de Puebla capital, se ha dado un gran paso para consolidar la estructura que podría aportar un buen número de votos en las campañas presidencial y estatal.
Para ello, el presidente del PRI en Puebla remarcó que el tema de la deuda pública asumida por Rafael Moreno Valle ahí está, será usada, como bandera priísta contra el morenovallismo, aunque nadie se cree el discurso, pues los diputados tricolores votaron en favor de las cuentas públicas del exgobernador.
Según Estefan, los legisladores sólo votaron los dictámenes del Órgano Superior, pero no investigaron.
Curiosamente él mismo aportó en la reunión varios asuntos que bien hubieran podido ser al menos denunciados por los priístas que según parece están enfermos, sordos, ciegos y mudos.
Incluso llegó a reconocer que, en el gobierno de Melquíades Morales Flores, cuando Moreno Valle fue titular de Finanzas dejó un “hoyo financiero” de 2 mil 500 millones de pesos, heredados a Mario Marín, que sigue siendo activo del tricolor, y que el nuevo hoyo financiero supera los 24 mil millones de pesos, según cifras por él conocidas.
Quizá la cantaleta del endeudamiento tenga el mismo peso de la campaña anterior donde Marín fue el centro de ataques y mofas; quizá la renovación de cuadros, de estructuras, para sacar a los traidores e infiltrados, pueda dar frutos.
Pero… ¿qué hacer ante el deterioro de la imagen presidencial y de la complicidad en las acciones del presidente nacional del PRI con el tema de las flotillas de taxis que dejan al descubierto las maniobras de corrupción de la clase política?
Once aspirantes, de ellos saldrá uno, los demás irán a candidaturas de diputaciones locales, federales, senadores e incluso la Presidencia Municipal de Puebla, pero todos enfrentarán remar contra corriente, con viento en contra y con poco combustible.
O por lo menos, así me lo parece.
