Por Valentín Varillas
Pésima resultó en los hechos la mordaza que el Instituto Nacional Electoral intentó aplicarle al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
Si el objetivo real era que el poblano dejara de hablar mediáticamente de sus aspiraciones presidenciales y de lo hecho en la entidad a lo largo de su sexenio, la sanción del órgano electoral tuvo un efecto completamente contrario.
Y es que, la intentona de censura del INE se convirtió en un impresionante mecanismo de propaganda para la imagen del mandatario estatal.
Gracias a ésta, en los últimos días ha tenido una presencia importante en redes, generando miles de opiniones a favor y en contra.
El video en donde hace patente su inconformidad ante la resolución del Instituto y se dice violentado en sus derechos políticos fundamentales, fue difundido obsesivamente por sus operadores, teniendo como consecuencia cientos de repeticiones.
La pieza fue tomada también por periodistas locales y nacionales como materia prima para el análisis y la discusión.
La cereza del pastel: una rueda de prensa en la ciudad de México seguida por un intenso carrusel de entrevistas en prácticamente todos los noticieros matutinos de radio que se transmiten desde la capital del país.
Adela, Ciro, Luis Cárdenas le abrieron el micrófono en sus respectivos programas, por varios minutos, para que Moreno Valle hablara, una y otra vez, con absoluta libertad, de los temas que el INE no quería que ni siquiera tocara.
Escudándose en las prohibiciones de la autoridad electoral, el poblano le dio forma a un esquema muy efectivo e intenso de promoción personal, sin gastar un solo centavo.
Gracias al Instituto, pudo generar, ahora sí, el interés periodístico real de medios nacionales serios, quienes lo buscaron para formar parte de su oferta informativa.
Siempre será noticia que un gobernador con aspiraciones se enfrente al órgano encargado de llevar a buen puerto la próxima elección presidencial, que cuestione sus resoluciones y que las peleé en lo jurídico.
Y es que, terminado el periplo mediático y acompañado de un grupo de asesores y colaboradores, Rafael acudió a la sede del Trife a interponer un recurso de revisión en contra del acuerdo de la Comisión de Quejas y Denuncias del INE.
Otra vez, el acto contó con una importante cobertura mediática, lo que tuvo como consecuencia lógica, mayor promoción a la figura del gobernador.
Es evidente que la intención en el actuar de la autoridad electoral nacional, en el caso Moreno Valle, fue la de intentar velar por la legalidad y la equidad del proceso, cuidando las acciones de quienes han manifestado su interés por participar en la próxima elección presidencial.
Sin embargo, el exceso en el ejercicio de sus atribuciones y el poco cuidado en los alcances de su resolutivo, fueron el pretexto perfecto para que, al final, el árbitro de la contienda acabara siendo el principal promotor de uno de los posibles candidatos.
“No hay tal cosa como mala publicidad”, dice una de las máximas básicas del marketing electoral.
Sirva el caso del gobernador de Puebla y su cruzada contra el INE, para ilustrar lo anterior.