El dirigente estatal del PAN, Rafael Micalco, presentó este fin de semana dos rostros ante la debacle panista. El sábado, rodeado de los “liderazgos azules” señaló que el partido fue víctima de una elección de estado y se negó a hallar culpables. Este domingo reconoció que hubo escaso apoyo de los mentados “líderes blanquiazules”.