Por Alejandro Mondragón
Ya está más que encaminada la privatización del Hospital Universitario de Puebla, mientras comenzaron los despidos de personal y pago de finiquitos laborales.
“Habrá cambios a partir de octubre”, les dicen desde el Carolino.
Lo que no informan al personal es que ya Laboratorios Clínicos Azteca figura como dueña del mobiliario y equipo del nosocomio.
¿Cuándo autorizó el Consejo Universitario que ocurriera eso?
¿Con cuánto se mocha por la subrogación del millonario negocio de laboratorios clínicos en Puebla?
De acuerdo con el mercado, esta actividad representa ganancias anuales cercanas a los 200 millones de pesos. Nada más cheque lo que cobra HD, firma de Rodrigo López Sainz, en sociedad con Mario Marín, al Seguro Social.
La opacidad de la BUAP con Alfonso Esparza raya en la especulación, pues el patrimonio universitario cada más cerca del gran capital que de la pasiva y dejada comunidad.
¿Ya privatizaron el HUP?
Laboratorios Clínicos Azteca es una división de Grupo Diagnóstico Aries, un consorcio regiomontano que controla buena parte del negocio de los Análisis Clínicos, Resonancia Magnética, Tomografía, Medicina Nuclear, Audiometría, Rayos x, Endoscopia, Espirometría, Ultrasonido Convencional y Doppler, Electrocardiograma, Prueba de Esfuerzo, Ph Metría y Manometría.
Azteca es una firma que nació en el Estado de México y operaba en el segmento popular con presencia hasta la CDMX.
El año pasado, Grupo Diagnóstico Aries adquirió Olab Diagnósticos Médicos y Laboratorios Azteca, con lo que, sumando Swisslab, cuenta ya con 80 sucursales y más de mil 300 colaboradores en las ciudades de México y Monterrey.
La operación se estimó en casi 40 millones de dólares.
En 2013, Esparza presumió a los universitarios del primer Laboratorio Clínico Rudolf Virchow, de la Facultad de Química de la BUAP, para atender gratuitamente a la comunidad. Queda claro su fracaso, como otros.
El Grupo Diagnóstico Aries que maneja Laboratorios Clínicos Azteca pertenece a Ernesto López Clariond, un acaudalado empresario regiomontano metido hoy al sistema financiero con Bancrea y sociedades de capital.
Más dudas que certezas, ante la opacidad de la BUAP de Alfonso Esparza.
LOS RATONES DE FIN DE SEXENIO
Las pillerías con terrenos está en su apogeo en este sexenio. Le comenté del caso del registrador de Cholula, pero ahora cuentan un caso similar con María Martha Rivera Pérez, a quien su madre donó ante el notario de Chiautla de Tapia, una porción de terreno en el Fraccionamiento Estrella del Sur.
Sucede que el Registro Público de San Pedro Cholula se negó a hacer el registro argumentando que esa porción de terreno es considerada calle del fraccionamiento y esto rebasa las facultades del RPP debido a que es el H. Ayuntamiento el que debe determinarlo.
El predio en cuestión tiene la cuenta predial número U-117702 en San Andrés Cholula, dado que los terrenos pertenecían a San Andrés Cholula y posteriormente pasaron a manos de Puebla.
También Puebla otorgó número de cuenta predial número PU-519174 1, por lo que el RPP de Cholula excede sus facultades al negar el registro y el notario pretende cancelar la escritura violentando así los derechos humanos de donante y donataria.
Hay pruebas. El negocio de los terrenos vía el despojo institucional es de escándalo. Viene el relacionado con los predios en la Atlixcáyotl para favorecer prestanombres y amigos.
Ya le contaré las historias.
