Por: Valentín Varillas
A finales de la semana antepasada, los priistas poblanos recibieron una auténtica inyección de júbilo por parte del Comité Ejecutivo Nacional tricolor.
El mensaje, lleno de optimismo, aseguraba que gracias a los buenos oficios de su líder nacional, Manlio Fabio Beltrones, Televisa transmitiría en el programa Punto de Partida de Denise Maerker, un durísimo reportaje en contra del candidato del PAN, José Antonio Gali Fayad.
Según la versión, la pieza periodística repercutiría parte de la información publicada por los diarios La Jornada y Reforma, además de un par de nuevos “misiles” confeccionados por Hugo Scherer y compañía.
El tan anhelado jueves llegó y todo parecía caminar sobre ruedas.
Las señales enviadas por la televisora eran en el sentido de que nada había cambiado y que continuaba la luz verde ordenada desde lo más alto de su organigrama.
“No se preocupen, el tema está ya palomeado”-fue el último mensaje recibido desde Avenida Chapultepec.
El optimismo era la constante en las huestes de Blanca Alcalá y compañía.
La orden era en el sentido de estar muy pendientes del programa, grabarlo, editar las partes más morbosas y después repercutirlas en Twitter, Facebook y Youtube.
Secciones del reportaje servirían también como potencial materia prima para la propaganda y la realización de spots de la candidata.
Algunos, en el colmo de la emoción, decidieron formar grupos para ver y analizar juntos el programa.
Otros, llamaron frenéticamente a familiares y amigos para que estuvieran atentos al reportaje y se dieran cuenta de quién era realmente el candidato del PAN.
En punto de las 23:15 horas, la Maerker daba la bienvenida a su programa.
Abrió con un reportaje sobre campesinos de Guerrero que en algún momento sembraron amapola, que después se dedicaron a otros cultivos y que sufrían las consecuencias de las fumigaciones aéreas que todavía llevaba a cabo el Ejército Mexicano en la zona.
Después, el caso del cierre de la única secundaria de un municipio de Guerrero, que se quedó sin maestros por culpa de la inseguridad.
Para cerrar, presentaba una historia sobre el apoyo que el gobierno mexicano daría a la familia de un joven atacado a tiros por la Patrulla fronteriza norteamericana .
Y de la política poblana, nada de nada.
El asombro se mezcló con la desilusión.
Las tortas, chanclas, pozole y demás delicias compradas para sazonar la supuesta madriza en contra del panista, al final se atragantaron.
Buena parte de los entusiastas “promotores” del programa, fueron víctimas de un despiadado “bullying” por parte de sus conocidos.
Cuando los miembros de la cúpula tricolor poblana pidió explicaciones a su Comité Ejecutivo Nacional, como respuesta recibieron un lacónico: “lo pararon de último momento, desde muy arriba”.
Es evidente que algún alto ejecutivo de la televisora decidió no transmitir el libelo contra Gali, como ejemplo de las buenas relaciones que existen entre el medio y lo más granado del gobierno poblano.
Rafael Moreno Valle, desde su llegada al poder, ha sido más que generoso con la empresa de Azcárraga Jean y los cientos de millones gastados en ella tienen que redundar en beneficios como éste.
No hay duda.
La única manera en el que el reportaje podría haber salido al aire, sería a petición expresa del gobierno federal, un cliente mucho mayor y que gasta cantidades muy superiores en su publicidad televisiva.
Ese que, a diferencia de Veracruz, hasta el momento no ha movido un dedo para apoyar a su partido en Puebla.
Su intervención es evidente en la repercusión que la guerra sucia entre candidatos ha tenido en el vecino estado, sobre todo en contra del candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes.
La televisión ha sido una de las armas que le han permitido al PRI veracruzano remontar la enorme desventaja que tenían al inicio de la contienda, en donde hoy existe un claro empate técnico.
Blanca Alcalá no ha contado con semejante apoyo.
Y es que, el gobierno de Puebla cuenta con encuestas y sondeos de opinión que arrojan un dato revelador: el 76% de los habitantes de este estado se informan a través de los canales más populares de la televisión nacional.
En su lógica: “si no lo toca la tele, no se masifica”.
Por eso gastan tanto en ella y tienen como prioridad el proteger esa inversión.
