Por: Valentín Varillas
La discusión en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre la viabilidad de la candidatura independiente de Ana Teresa Aranda, enfrentó al Secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong con el líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
Y es que, la línea que llegó de Bucareli a los magistrados iba en el sentido de votar a favor del proyecto de Salvador Olimpo Nava Gomar, cuya tesis era la de negarle el registro a la hoy candidata independiente.
El magistrado ponente, en su momento, fue considerado como muy cercano a Felipe Calderón, por lo que mantiene ligas con Max Cortázar y Roberto Gil Zuarth, hoy aliados del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
La columna vertebral del argumento de Nava Gomar no era el año de militancia partidista, eliminado por el propio tribunal en un dictamen previo, sino el cargo de Consejera Nacional honoraria que, después de veinte años, le fue otorgado a Aranda por Acción Nacional.
La consigna contra La Doña empezó a ser evidente desde el momento en el que le fueron negados de manera sistemática encuentros con los secretarios instructores.
El martes previo a la discusión del proyecto, la causa de Ana Tere parecía perdida.
Sondeos entre los magistrados le daban una abrumadora votación en contra de 5 a 1.
El panorama no podía ser más oscuro.
Fue entonces cuando la poblana decidió jugarse su resto y aprovechar las alianzas que tejió entre poderosos personajes del poder político, mientras fungió como Directora Nacional del DIF y como Secretaria de Desarrollo Social del gobierno de Vicente Fox y como Subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación con Felipe Calderón.
El cabildeo fue intenso.
A la causa de Aranda Orozco se sumaron entusiastas Margarita Zavala, Diego Fernández de Ceballos, Germán Martínez, el líder perredista Agustín Basave, el senador del mismo partido Luis Sánchez Jiménez, Jorge Castañeda y periodistas como Javier Solórzano que le abrieron el micrófono a nivel nacional para exponer su caso.
Cada uno, ejerció presión desde su respectivo ámbito de influencia.
Sin embargo, lo que realmente influyó en cambiar el sentido de la balanza fue la intervención directa de dos personajes cercanísimos a Manlio Fabio Beltrones, quienes se sumaron a favor de Ana Tere e intercedieron por ella, tanto con el círculo cercano al presidente Peña como al interior del Tribunal.
Fue entonces cuando las cosas tomaron un giro radical en tiempo récord: poco más de 24 horas.
El miércoles por la noche, la hoy candidata independiente recibió una llamada en donde le informaban que el presidente del TEPJF, Constancio Carrasco Daza, la recibiría en su oficina a primera hora del jueves.
La reunión, con quien paradójicamente se presentó como “familiar lejano” de Diódoro Carrasco, actual Secretario General de Gobierno de Puebla, se dio en buenos términos pero desde una visión crítica del magistrado al proyecto electoral de Aranda.
El hecho de romper con el PAN después de años de militancia y el tema de la Consejería Honoraria que le dio el partido fueron los cuestionamientos principales.
“Eso nos da desconfianza” -le confesó.
Las razones de Ana Tere fueron claras: rompió con Acción Nacional porque el blanquiazul de hoy ya no es el verdadero PAN y el cargo sele otorgó sin pedirlo, como se hace con quienes en su momento cumplen dos décadas formando parte del Consejo Nacional.
Hasta ahí.
Y entonces llegó el viernes.
En la sesión, la férrea defensa de los derechos políticos de Ana Tere por parte de la magistrada Maricarmen Alanís fue fundamental para conseguir el apoyo de los demás miembros del Tribunal.
En su discurso, salieron a relucir términos polémicos como el de “violencia política de género”, los cuales influyeron en la decisión final.
La correlación de fuerzas cambió a tal grado que llegó el momento en el que el único que defendía el proyecto contra Ana Tere fue su propio autor: Nava Gomar, quien para evitar caer en el ridículo, lo cambió y se sumo al voto de la mayoría para convertirlo en una contundente unanimidad.
En este contexto, ¿duda usted de que -por lo menos en los días previos al 15 de abril- Ososrio Chong y Manlio Fabio hayan tenido agendas distintas en lo que a Puebla se refiere?
Los damnificados
Otra vez, dos supuestos operadores estrellas del morenovallismo, fracasaron en el encargo de evitar a toda costa la candidatura de Ana Tere.
Juraron solemnemente tener la capacidad, el talento y las relaciones necesarias para cumplir con el objetivo.
Fallaron y lo peor: volvieron a engañar a su jefe.
Ellos son Luis Maldonado Venegas y Juan Pablo Piña Kurczyin.
Los mismos responsables de la debacle en el manejo político y mediático del tema Chalchihuapan.
¿Le sorprende?
¿Verdad que no?