Por: Valentín Varillas
Sabedores de que las redes sociales tienen cada vez mayor importancia en el proceso de comunicación de mensajes informativos y políticos, asesores electorales en ambos lados del espectro ideológico local han recomendado a sus candidatos llegar a acuerdos con auténticos expertos en el manejo de las mismas.
En el caos del Twitter, se buscará llegar a acuerdos con los dueños de cuentas con cientos de miles de seguidores (Tuitstars), que además hayan demostrado eficiencia en generar dinámicas que permitan colocar distintos temas como los de mayor tendencia (Tending Topic).
Inclusive, dentro de la priorización de los gastos de campaña, se ha incluido en el rubro de “medios” una cantidad nada despreciable de recursos que serán destinados al pago directo de estos auténticos artistas de la red.
Esta realidad, contundente e irreversible, aporta un elemento muy interesante e innovador en la elección del próximo gobernador de Puebla.
Hace seis años, el impacto que podían tener las redes sociales en el proceso de conformación de una campaña potencialmente exitosa era mínimo comparado con la realidad actual y, por lo tanto, ni siquiera era considerado seriamente por los estrategas electorales.
Esto ha cambiado de manera radical y en tiempo récord.
De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Internet A.C., el 64 por ciento de los usuarios de la red, lo primero que hacen al conectarse es buscar algún tipo de información.
Buena parte de los 51 millones de usuarios de Internet en el país utilizan las redes sociales como canal para conseguir datos que les interesan y permanecen, en promedio, más de cinco horas y media al día conectados.
Imagine el potencial.
Si bien especialistas coinciden en que el buen manejo de redes, por sí solo no es suficiente para ganar un proceso electoral, también reconocen que una deficiente presencia en las mismas puede ser un factor determinante para una derrota.
Previo a la celebración de los comicios federales del año pasado, León David Ricardo Pérez, presidente del Consejo de Propulsar, una página especializada en tecnologías de la información y comunicación le declaró a la revista Forbes México:
“Alguien puede tener la mejor campaña en Internet y perder una elección. Y hemos visto que no existe una relación directa entre una y otra. Lo que si es cierto, y lo hemos visto, es que en las redes sociales se puede perder una campaña; eso sí es más fácil que suceda”.
De ahí que para la definición de la elección poblana, se buscará maximizar aciertos y minimizar errores en su presencia en las siempre rebeldes, incontrolables y a la vez demoledoras redes sociales.
Los Tuitstars tendrán que trabajar horas extras, ya que se espera un proceso en donde los contrincantes privilegien el ataque y la descalificación, antes de la propuesta y el proyecto.
También se frotan ya las manos, porque cobrarán con creces cada minuto que le dediquen a perfilar o denostar a sus enemigos virtuales.
Sí, hay mucho en juego y por lo mismo, habrá mucha lana de por medio.