Por Shanik David
Acción Nacional ha sido secuestrado por Rafael Moreno Valle, situación que ha generado un crisis en el partido el cual se ha vuelto sumiso a los intereses del mandatario y se ha alejado de ser una opción real para los ciudadanos que podrían sentirse cercanos a la línea del instituto político, sentenció Miguel Calderón Chelius, politólogo de la Universidad Iberoamericana.
El coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la casa de estudios indicó que la intensión que tienen los gobernantes de expandir sus áreas de influencia con la entrada de familiares en los organismos políticos se ha dado en diferentes partes del mundo, fenómeno que calificó como una “mala costumbre”, y que tiene repercusiones negativas cuando el personaje en cuestión no tiene una vida política independiente, como ha pasado con el caso de Martha Erika Alonso de Moreno Valle, quien en diciembre rendirá protesta como secretaria general del Comié Directivo Estatal del PAN.
El caso de la también presidenta del patronato del Sistema Estatal DIF contrasta con el de Margarita Zavala, por mencionar a otra panista, según comentó Calderón Chelius, pues a pesar de que la esposa de Felipe Calderón tenía un fuerte perfil dentro de Acción Nacional, cuando su esposo llegó a la presidencia ella se dedicó a cuestiones más discretas, lo cual ahora incluso la ha posicionado como una “autoridad moral”.
Sin embargo, en el caso de Puebla la estructura del PAN está secuestrada, en palabras del académico de la Ibero, lo cual le resta presencia al mismo partido, pues ahora se encuentra a disposición de los intereses de Moreno Valle y los ciudadanos podrían ya no ver en él una verdadera opción de representación.
“Es una forma de controlar al partido y a la disidencia que hay al interior del mismo para favorecer la canidatura del gobernador a la presidencia” sentenció.
Esto incluso ha llevado a que los cuadros fuertes que había al interior del partido decidan alejarse, como fue el caso de Ana Teresa Aranda quien hace unos días ratificó su renuncia al partido, lo cual podría ser replicado por otros panistas al no sentirse ya parte del instituto, quienes podrían buscar otras opciones de participación pues las puertas se han cerrado.
Aunque consideró aventurada y poco posible la opción de que los panistas que abandonen el partido formen su propio organismo político, vio como posibles escenarios que busquen candidaturas independientes o que busquen alianzas con otras fuerzas políticas.
El control no sólo afectaría la vida interna del partido, sino que incluso tendría repercusiones en la política de alianzas para las próximas elecciones, pues las fuerzas políticas que apoyaron a Moreno Valle en 2010 también han sido excluidas o no fueron incluidas de manera equitativa en la distribución de las posiciones políticas, lo cual derivará en que le den la espalda al panismo para el próximo año, continuó Calderón Chelius.
Pese a la problemática interna del partido, esta situación podría no derivar en las preferencias electorales, pues en México “estos procesos no siempre se traducen en declives electorales”.
Si bien sí habría un costo político por la interferencia del gobernador en Acción Nacional, esto no le afectaría a él y su posible candidatura, sino que será el PAN el que deberá pagar las consecuencias, e incluso si no se llegara a ganar la presidencia con Moreno Valle como abanderado, se podría dar un retroceso en la estrategia electoral del partico, lo cual se verá en los años por venir, y no en el corto plazo.
Por este motivo, el reto sería que los actuales dirigentes en el estado tomen las acciones para negociar con las corrientes internas y con las bases para minimizar el efecto en cuestiones cuantitativas, pero en un aspecto cualitativo ya es demasiado grande y el partido sí saldrá afectado por esta intromisión, vaticinó Calderón Chelius.
