Puebla se cuece aparte, tanto en el aspecto mercadológico como el empresarial. No es un mito ni es por nada que- en materia de consumo- en Puebla se prueban productos piloto para el resto del país, por la exigencia en los consumidores, el establecimiento de modas –si lo compra una persona semi líder, lo comprarán diez- y porque esto precisamente de las modas establece cierta durabilidad en ciertos sectores empresariales.