Por: Socorro López Espinosa
Terminó el verano para Volkswagen. No más días soleados en su búsqueda por ser el líder automotriz en el mundo. La trampa en sus motores diesel cierne provocó el descrédito de la marca, la desconfianza hacia la empresa, y arrastrará a la economía poblana.
Coincidentemente hoy inicia el otoño, para la automotriz alemana se adelantó seis días, al descubrirse que Volkswagen alteró los motores a diesel con un software que se activaba al momento de la verificación, así simulaba una baja emisión de gases contaminantes de acuerdo a las normas ambientales de Estados Unidos.
Así como caen las hojas de los árboles en otoño, así caerán más los mercados para la armadora alemana; las consecuencias por la trampa de Volkswagen las pagaremos todos.
Una empresa que se ostenta(ba) Think Blue, que decía estar comprometida con el cuidado ambiental, sólo lo estaba en papel pues en la práctica recurre al engaño a costa de la salud y de la economía de miles de personas.
Volkswagen trabajaba por conquistar al difícil mercado estadounidense, donde las marcas asiáticas están mejor posicionadas, aparte de las marcas locales.
Hasta agosto pasado los modelos diésel de VW representaron el 23 por ciento de las ventas totales de la marca VW en Estados Unidos.
El problema no se trata ya de sólo los modelos TDI diesel (Jetta, Golf, Beetle, Passat y Audi A3), sino de toda la gama de modelos que fabrica la firma alemana.
El rechazo a la marca no sólo será Estados Unidos sino varios mercados más; Latinoamérica, Europa, Asia o Africa, por consiguiente bajarán sus ventas, la producción en sus diferentes plantas, entre ellas de la Puebla, México.
Aunque a la firma le cueste unos 18 mil millones de dólares enfrentar el problema ante las autoridades ambientales de EU; para cientos, para miles de trabajadores de la automotriz y proveedores les significará su seguridad laboral, su salario mensual, y lo mismo ocurrirá para quienes dependen indirectamente de la actividad VW.
Tres de los cinco modelos diésel vendidos en Estados Unidos involucrados en el engaño alemán son ensamblados en la planta de Puebla: Jetta, Golf y Beetle; los otros dos Passat y Audi A3 son importados de Europa.
Los motores versión diésel tipo EA 189 de VW son fabricados en su planta de Hungría y de ahí son distribuidos a las fábricas donde ensamblan los autos, es decir a llegan a Puebla y de aquí salen los vehículos a los distintos mercados, principalmente a Estados Unidos.
Es claro que habrá consecuencias para la planta de VW en Puebla, falta ver de qué magnitud.
Si baja la demanda de autos alemanes en los distintos mercados habrá efecto dominó.
+ Menos producción en la fábrica poblana en todos sus modelos y distintas versiones (diésel y gasolina)
+ Menos empleo directo en VW
+ Menos empleo en todas las proveedoras (poco más de 90 empresas) en la región
+ Menos derrama económica
+ Menos ingresos para los poblanos
+ Menos crecimiento de la economía poblana
Puebla ya sabe lo que es una crisis económica por depender de un solo sector productivo y por ser un estado monoexportador.
En 2007-2008 ante la crisis financiera mundial, VW recurrió a paros técnicos, y aunque recibió subsidios federal y estatal, fueron liquidados más de mil obreros, y se optó por pagar el 50 por ciento de salarios al resto.
Entre 2013 y la primera mitad de 2014, la economía poblana cayó 1.0 por ciento, resultado la baja producción de VW al no recuperar del todo sus mercados, aunado al lento crecimiento del mercado nacional.
Además, no se sabe dónde hará VW la reparación de los vehículos que regresará Estados Unidos, si lo hará en la planta de Puebla o los enviará a Europa
Si la reparación de los motores diésel se hace en Puebla, requerirá de mano de obra preparada para ello, y podría garantizar la contratación temporal de trabajadores, de lo contrario habrá que esperar el ajuste en la plantilla laboral.
El problema de Volkswagen no es sólo ya con Estados Unidos, sino con el resto del mundo.
La repercusión en Puebla no sólo es con la planta de VW en Cuautlancingo, Puebla, sino con Audi que pretende iniciar operaciones el próximo año, además que espera disfrutar de su “ciudad modelo”, un lugar destinado y construido exclusivamente para la firma premier.
El otoño de Volkswagen podría s er el invierno para Puebla
¿Investigará México?
Además de Estados Unidos y Alemania, también ya investigan Francia y Corea del Sur sobre los vehículos diesel y en general de los autos para ver si realmente cumplen normas ambientales o están alterados
¿Y, México? Hay un silencio absoluto de autoridades Secretaría de Economía, Procuraduría Federal del Ambiente, Procuraduría del Consumidor; de la propia industria automotriz en México (AMIA y AMDA), y hasta de las propias asociaciones de Consumidores en el país.
Aquí también se venden motores TDI diesel
Una empresa que se ostenta(ba) Think Blue, comprometida con el cuidado ambiental, sólo en el papel pues en la práctica recurre al engaño a costa de la salud y de la economía de miles de personas.