Por Alejandro Mondragón
En el primero patio del histórico edificio Carolino mandó a instalar una reja para controlar el acceso y evitar irrupciones masivas de universitarios.
En el segundo patio del mismo inmueble terminó de construir su elevador privado para evitar cualquier contacto con la realidad.
Y en el tercer patio del sitio catalogado patrimonio cultural de la humanidad puso oooooooooooootra reja.
Nunca pidió permiso al Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Lo hizo Alfonso Esparza porque el rector de la BUAP está por encima de la Ley.
El enrejado que servirá de aduana para evitar la toma del Carolino, viola todos los procedimientos de Protección Civil en caso de evacuaciones por sismo, incendio o cualquier contingencia.
Es una especie de cárcel –donde seguramente terminará la pandilla de Esparza-.
El edificio se encuentra registrado en el catálogo de monumentos históricos con el número de folio 2111400010877.
No se puede realizar ninguna intervención al inmueble sin permiso de las autoridades correspondientes.
En una solicitud de información formulada por la periodista Shanik David, la SEP, Conaculta, el INAH y el Centro de Monumentos Históricos de Puebla confirman que ningún permiso se ha otorgado ni tampoco se ha gestionado por parte de las autoridades de la BUAP para intervenir físicamente el edificio Carolino.
Presento las fotos que demuestran las rejas y el elevador en el inmueble y cheque usted los oficios de las autoridades que nunca avalaron las obras.
Alfonso Esparza se pasó por los huevos todas las disposiciones de monumentos históricos y protección civil.
Así dirige la universidad.
Qué descaro que la comunidad se lo tolere.
Tienen el rector que se merecen.
Y luego se quejan de que el de la Ibero tiene que dar la cara por los estudiantes de la BUAP.
