Tras deshacerse en elogios hacia el gobernador Mario Marín Torres, el ex edil capitalino Enrique Doger Guerrero presumió que a pesar de carecer “de cargo, poder y dinero”, consiguió la aprobación de su cuenta pública 2007 sin necesidad de recurrir a favores, es decir, a nadie le debe el consentimiento de sus finanzas ya que durante ocho meses se dedicó a solventar las observaciones del Órgano de Fiscalización Superior del Estado. Sin embargo, evadió responder las afirmaciones del diputado priísta Luis Alberto Arriaga en el sentido de que “gobernó a Puebla junto con la bola de delincuentes que siempre lo han rodeado”.