El mal manejo del sistema de pensiones de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) representa el mayor riesgo financiero de la casa de estudios, pues incluso en vez de reducirse el monto de los pasivos que se tienen en este rubro, éste presenta un incremento exponencial cada año.
Esto se señala en la última evaluación hecha por la evaluadora Fitch Raitings, la cual si bien ratificó la calificación A+(mex) a la casa de estudios, apuntó que de no solucionarse el problema en el fondo de pensiones se podrán tener contingencias financieras en el mediano plazo.
De manera puntual se señala que el sistema de pensiones sólo tiene suficiencia hasta 2016, es decir cuenta con recursos para cubrir los compromisos pensionales hasta el próximo año.
En el reporte se asienta además que hasta el corte de diciembre de 2014 la nómina de jubilados era de 3,859 personas, que ascienden a un monto total de 735.5 millones de pesos.
Además, se señala que el pasivo pensional, es decir los bonos y prestaciones correspondientes a las pensiones, representaba una deuda de mil 142.4 millones de pesos; esto contrasta con el corte de 2013, cuando para el cierre del año el monto de los pasivos fue de mil millones de pesos, es decir en vez de disminuir se registró un incremento considerable.
“Fitch considera que esta situación puede mermar su posición de liquidez y flexibilidad financiera en el corto y/o mediano plazo por lo que dará seguimiento a las acciones que emprenda la Universidad en la materia”, se indica en el informe.
Casi de manera paralela, la evaluadora Standard & Poors presentó un informe similar del estado financiero de la Buap, en el cual se abunda sobre las problemáticas en el sistema de pensiones.
En éste, se indica que, durante el primer trimestre de 2014, la reserva disponible en el sistema de pensiones sólo era de mil 34 millones de pesos, lo cual sólo daba una solvencia presupuestaria hasta el año 2016.
“En nuestra opinión, la ausencia de reformas que permitan aumentar la suficiencia financiera del actual sistema de pensiones podría generar una fuerte presión para las finanzas de la Universidad en el mediano plazo, lo cual sigue limitando la calificación”, se apunta.
Ambas evaluadoras estimaron que el pago de jubilaciones representan, al año, entre el 9 y el 10 por ciento del presupuesto total de la universidad, por lo que se urge una reforma al sistema de pensiones pues la que se hizo en 2008 no fue suficiente.
Aunque con esa reforma se creó un fideicomiso alterno para el manejo de pensiones, en el cual además se ingresan recursos aportados por la federación para el pago de pensiones, no hay una claridad de dónde quedó este dinero.
José Guadalupe Romero, líder del Movimiento de Trabajadores Administrativos y Sindicalizados de la Buap, recordó que como parte de las exigencias que se han hecho a la rectoría en materia de atención a los jubilados, además de la equiparación del aumento salarial que se les adeuda desde febrero, es la transparencia en el manejo del fondo de pensiones.
Recordó que con las aportaciones que hace de manera anual la federación, se debería tener en el fideicomiso alrededor de 982.6 millones de pesos, pero sólo se tiene registrada una tercera parte de este recurso sin que la Tesorería pueda rendir cuentas sobre el uso que se dio a cerca de 609 millones de pesos.
Y es que Romero recordó que en una reunión sostenida con el tesorero Oscar Gilbón Rosette, él mismo reconoció que el fideicomiso no tiene viabilidad financiera, y que la capacidad que tiene en la actualidad sólo tiene recursos para cubrir las pensiones de dos años.
El líder del MTAS lamentó este escenario, al señalar que en otras instituciones, cuando se recibe el dinero de las pensiones, este se maneja de tal manera que se puede aumentar y así dar mayor suficiencia al fondo de jubilaciones de los empleados, pero que en la universidad se hizo todo lo contrario, lo cual no sólo pone en riesgo la estabilidad financiera de la propia casa de estudios, sino el patrimonio de los trabajadores.
