El ex partidazo está sin dinero, tiene paralizada la estructura de delegaciones federales, la dirigencia estatal ya busca culpables a la debacle y, sobre todo, enfrenta un real y auténtico “vale madre Puebla“ del gobierno de Peña Nieto y líderes nacionales, como César Camacho, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón.
Tan patético anda el tricolor en Puebla que lanzan un timorato spot contra los proyectos morenovallistas y su candidata por Teziutlán, Nancy de la Sierra, denuncia amenazas en su contra.
Puebla es considerado un estado perdido electoralmente para el 7 de junio.
La mayoría legislativa que pretenden obtener en Los Pinos proviene de otras entidades federativas, a las cuales inyectaron recursos y espionaje.
Los priistas se consuelan con que el presidente Enrique Peña Nieto desairó al gobernador Rafael Moreno Valle, a propósito del desfile del 5 de mayo.
Pierden de vista una lectura: el 1 de mayo se registraron enfrentamientos entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Ejército.
Entre el saldo fatal estuvo el derribo de un helicóptero Cougar Mat 1009 con un lanzacohetes RPG, misil portátil tierra/aire. Y resulta que la aeronave caída es el mismo modelo que se emplea para transportar a Peña Nieto en sus actividades oficiales y personales en el DF y provincia.
La recomendación fue mantenerse en tierra unos días en lo que se redefinían las acciones de seguridad del presidente.
Como bien lo expuso Reporte Índigo: Si los cárteles pueden derribar con sus misiles portátiles un helicóptero de última generación de esas características, ¿qué les impide hacer lo mismo con el transporte presidencial empleado casi todos los días para trasladar a Peña Nieto en el país?
Enrique Peña Nieto ese 5 de mayo fue a Campo Marte y de ahí no realizó ninguna otra actividad.
Pero los priistas son felices en los cafés y mensajes en Whatsapp celebrando la inasistencia del presidente al desfile.
Como si su presencia bastara para hacer ganar al PRI. Por el contrario, las encuestas revelan que Peña Nieto está reprobado.
Ellos creen que Enrique Peña meterá la mano por Nancy de la Sierra en Teziutlán; que Osorio Chong trae a Geraldine González en Tehuacán y respalda a Alejandro Armenta en Tepeaca; que Juan Carlos Lastiri hará ganar a su paisano Lorenzo Rivera; que Luis Videgaray apoya a Jorge Estefan en Izúcar de Matamoros; que Xitlalic Ceja trae la bendición de Cecilia Peña Nieto; que Antorcha Campesina arrasará en Ajalpan y Atlixco para regresar al redil de Raúl Salinas de Gortari.
Tan le vale madre al gobierno federal y el CEN del PRI que a nadie le importa siquiera explorar la vía de un arreglo con el gobernador Rafael Moreno Valle.
Dejan todo a los mensajes cifrados de que si Peña respetó el Congreso de Moreno Valle en 2013, pues entonces el gobernador de Puebla tiene que hacer lo mismo con el del presidente en 2015.
Eso es todo.
No hay nada más. Priistas poblanos que podrían sumar en su tierra mejor fueron enviados de delegados: Enrique Doger a Morelos; y Rocío García Olmedo a Yucatán. Hasta Melquiades Morales dejó la entidad para mejor operar San Luis Potosí.
Vea las caras de los priistas. Su semblante refleja derrota y decepción. Muchos ya hacen fila en una muy visitada oficina de La Paz.
Si logran algunos distritos será porque pudieron capitalizar el hartazgo hacia el morenovallismo.
Pero…
A los cacicazgos regionales ya les apretaron los huevos y a los alcaldes las cuentas públicas.
Así, menos.